Nicanor Moreno el próximo domingo iniciará su viaje para llegar a Lima, donde River Plate jugará la final de la Copa Libertadores de América. El hincha deberá tomar tres vuelos y tres colectivos para recorrer miles de kilómetros en cuatro días. “Cuando me entere que cambiaban la sede llore de bronca, para mi significa mucho poder ir”, contó a PDC.

Estaba todo planificado. Nicanor Moreno (27) y dos amigos iban a salir de Trelew y pasar por Neuquén a buscar a otro, y de allí los cuatros viajarían por ruta a Santiago de Chile, donde se reunirían con otros veinte hinchas de River para ver y sentir la final de la Copa de América, el sueño de todo fanático.

Sin embargo, otra vez el diablo metió la cola y la final, así como sucedió el año pasado, tuvo que cambiar de escenario por la situación de conflicto que se vive en Chile.

Para Nicanor fue un golpe en el pecho, no podía creer que otra vez se iba a perder el partido definitorio de la Libertadores, tal como le sucedió en 2018 cuando vio con sus propios como suspendían la Súperfinal por los incidentes que se produjeron en el exterior del Monumental mientras entraba el micro de Boca Juniors.

Sin embargo, lejos de bajar los brazos, y con la desesperación que solo puede sentir un fanático, comenzó a buscar alternativas para llegar a Lima y ver el partido de sus sueños. El resultado: tres vuelos, tres colectivos, miles de kilómetros y una estadía de 8 días en la capital peruana.

Este lunes, Nicanor, que se dedica a la traducción de textos para empresas chinas, dialogó con PDC y contó el periplo que tendrá que realizar y cómo se viralizó el audio donde cuenta el detalle de lo que será su viaje. Una verdadera historia de un fanático.

“Teníamos todo armado, el alojamiento, la entrada, organizado el tema de la nafta. Era todo más accesible pero nos cambiaron todo y ahora quedamos dos; a mi amigo le costó el doble de plata, y yo hago todo este periplo porque de alguna manera tenía que llegar”, comenzó contado.

El domingo Nicanor iniciará su viaje. Primero unirá Puerto Madryn con Trelew para volar a las 14:00 desde el aeropuerto Almirante Irizar hasta Buenos Aires; aprovechando unas millas que había acumulado de otros viajes para ver a River.

En la capital deberá esperar unas horas en el aeropuerto para tomar un segundo vuelo a Salta, su última parada en Argentina.

Con documento en mano, cinco horas después, iniciará un recorrido de 10 horas a Calama, Chile, y  y de allí viajará a Arica. Esa será su última parada en Chile. Nicanor luego cruzará a Tagnar, al sur de Perú, donde tomará un vuelo a Lima, para llegar recién el jueves a la capital inca.

“Tengo un viajecito largo pero porque se fueron al carajo los precios de los pasajes, así que lo más barato que encontré fue esa vuelta que tengo que dar. Allá me junto con mi amigo de Puerto Madryn y otro de Buenos”, explicó.

Nicanor nació en Bahía Blanca, pero a los 17 años se vino a vivir a Puerto Madryn con su mamá. Estudió periodismo en Buenos Aires y se recibió pero nunca ejerció la profesión.

Hace unos años decidió volver a la ciudad del Golfo pero siempre siguió de cerca a su pasión.

Su trabajo free lance le permite combinar sus obligaciones con largas horas de viaje, algo que el sabe que sería imposible de realizar con otro tipo de trabajo.

Ahora se tendrá que quedar 8 días en Lima, todo con tal de abaratar costos, pero sabe que vale la pena. “Para mi significa mucho poder ir. El partido pasado me lo perdí, con mis amigos estuvimos 6 horas al sol adentro de la cancha y al pedo porque había 40 grados, la pasamos para la mierda y lo terminaron suspendiendo, y a Madrid no pude ir. Perderme otra final de copa era un bajón, no podía falta. Cuando me entere que la cambiaban me largue a llorar de la bronca, la pase para la mierda. ‘Otra vez lo mismo, nos cambian la final, no voy a poder ir’, lloraba de la bronca”.

“Mire los precios de los pasajes y salían una fortuna, 100 mil pesos, 80 mil pesos, y esa plata no la tengo por más ganas que tenga, entonces me puse a buscar cualquier posibilidad y dije tengo millas, a Lima no puedo ir, pero algún lado me tengo que acercar. Vi Salta y dije ‘ya está de alguna manera me tengo que acercar’.

“Ahora espero que sea con final feliz, espero que sea con la Copa. Si ganamos la copa los 7 días esos lo pasamos de fiesta, pero sino bueno me tendré que comer siete días en Perú con toda la tristeza”, sentenció con la esperanza de poder gritar campeón en el viaje de su vida.