El exjugador del Sporting de Gijón también tuvo su experiencia como entrenador de Huracán de Comodoro Rivadavia, luego de su ida de la Comisión de Actividades Infantiles. El “Gallego” se hizo cargo en el 2010 y se marchó cuando finalizó la Fase 1 del Argentino B (2011), cuando había logrado la clasificación a la siguiente fase. Además, confesó que estuvo a punto de jugar para el “Globo”.

En abril del 2010, Doria recibió en su casa el telegrama de despido por parte de los dirigentes de la Comisión de Actividades Infantiles. En agosto, un llamado del presidente del “Globo”, Gustavo Córdoba, lo sedujo para hacerse cargo de la primera división y coordinar las divisiones inferiores. Víctor aceptó la propuesta y se hizo cargo del proyecto deportivo que le ofrecía Huracán.

Pero, antes de comenzar a relatar su proceso como DT, Doria le  reveló a PDC que estuvo a punto de jugar en la primera de Huracán en el año 83, apenas regresó de España. El defensor entrenó con el plantel, pero no pudo debutar porque el libro de pases del exterior había cerrado: "eso es cierto. Diz, el presidente en ese entonces, hizo lo imposible por meter el pase pero había cerrado el libro en Europa y quedó en nada".

¿Cómo fue tu paso por Huracán?

-Fue una decisión que tomé. Yo me consideraba técnico y me dieron la posibilidad de trabajar. No fui por revancha de nada, fui porque era una posibilidad para seguir desarrollándome y para muchos fue un pecado. Nosotros con la CAI habíamos borrado a todos los clubes de la ciudad en su momento. Era la CAI y nada más. Pero bueno, me quedé sin trabajo y decidí aceptar la propuesta.

El 4 de diciembre de 2011, tras la derrota ante Cruz del Sur de San Carlos de Bariloche por 3 a 1 en el César Muñoz por la decimocuarta fecha de la Zona 1 del Torneo Argentino B, el “Gallego” decidió renunciar al club, a pesar de que realizó una muy buena campaña y finalizó tercero (clasificando a la siguiente fase).

-Me fui porque empecé a darme cuenta que habían situaciones extra futbolísticas que me superaban. Cuando vi cómo venía la mano, yo solo me fui. Había una historieta de elecciones de que se yo, era todo muy político, me di cuenta que habían otros intereses que no eran los míos y me cansé. Me quede en el vestuario luego del encuentro  y dije hasta acá llegó mi amor.

Recuerdo que en ese partido la hinchada me insultaba porque había sacado al “Piojo” López, que yo lo apreciaba muchísimo y tenía una gran amistad, pero había conseguido laburo y no podía ir a entrenar. Yo lo tenía para los últimos 20 porque lo metía y algún gol metía, un gran jugador. Pero como no entrenaba no podía ponerlo mucho.

Cuando terminó el partido, algunos me insultaban mucho, me quedé pensando, salí y anuncié que me iba. Siempre fui bien clarito y al hueso, no como otros.

¿Qué recuerdos te quedaron?

-Muchos, sobre todo con los jugadores. Hace poco me escribió Tromer y me puse muy contento. Tengo buenos recuerdos. Era lo que había y tuve que tomar decisiones, recuerdo que tuve que dejar afuera a muchos chicos tratando de formar lo que era útil para el proyecto.

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Foto: Richard Asencio