Andrés "Pato" Rybier, de goleador implacable en Comodoro a jugar el bridge frente a Mauricio Macri
El exjugador de fútbol comodorense vistió la camiseta de 13 clubes de la Liga de Fútbol de Comodoro Rivadavia y estuvo cerca de jugar en River, en tiempos donde un joven Pablo Aimar lo llamaba "abuelo". Su padre, un recordado profesor, lo hizo amar un juego de cartas que retomó en medio de la pandemia de Coronavirus y lo llevó a jugar frente al ex Presidente de la Nación.
Andrés Rybier, o simplemente “Pato” se cansó de inflar redes en diferentes equipos durante la pasión que tuvo y mantiene que es la del fútbol. Desde su barrio de nacimiento, el Rodríguez Peña, caminaba hasta Km 5 para jugar ya con 12 años con la del “Patricio” y a los 18 comenzar a ganarse los aplausos con la casaca de la Primera.
Luego, la valía y sus goles fueron a clubes como Petroquímica, Tiro Federal, Ferro, Palazzo, Argentinos Diadema, Laprida del Oeste, San Martín, Deportivo Roca, Nueva Generación, Talleres Juniors, Florentino Ameghino y Ciudadela, donde finalmente retiró. Sin embargo, en los veteranos también la rompió con la casaca de su querido Rodríguez Peña.
Ya con la mayoría de edad cumplida y por medio de su padre –el recordado profesor de matemáticas don Luis Rybier, “Pato” comenzó sus primeros pasos en el bridge y en el canto lírico, en el que se incorporó al “Grupo Lírico Amistad Sur”, al que dejó cuando su amor por la pelota pudo más.
Andrés Rybier, hijo de Luis, “un loco de los deportes que practicaba como el ping pong, ajedrez, billar, bridge. Mi madre, Julia Solevich, jugaba al básquet en Comferpet durante la década del 50, en tiempos donde no existían los triples y ella los metía desde esa distancia. Admás jugaba con mi tía -su hermana-. morocha, y hacían el contraste con mi mamá que era lunga y rubia”, rememora.
El bridge, la pasión que redescubrió en pandemia y que lo llevó a jugar con Macri
“El bicho del bridge me tocó a los 46 años y en la pandemia. Ví en internet una página online para jugar y me anoté. No sólo comencé a jugar sino que me preguntaron si quería ser socio. De esta forma mis primeras partidas fueron en la cuarta categoría”, indicó del juego de naipes francés que compartía con su papá y su círculo de amistades junto a su compinche Jorge Campdepadros, otro comodorense, quien hoy es el Presidente de la Confederacióin Sudamericana de Bridge y que su padre fue quien lo inició en la práctica de los naipes por pedido de su madre en tiempos de universidad.
“En seis meses pasé a primera, en un año pasé a Superior y ahora estoy en casi Maestro. Estoy que sigo a Maestro Nacional. Yo logré pasos en dos años, que muchas personas lo hacen en 50 años. A mí nadie me regaló nada, sí gané los puntos y ojo que al bridge se juega en parejas y yo lo hacía con cualquiera. Comúnmente en Buenos Aires la gente se conoce de años y eligen a sus compañeros y hasta tienen profesores
Rybier en su avance en el juego de naipes, una disciplina avalada por el Comité Olímpico Argentino, decidió tomarse un avión y llegar a la “Jungla de Cemento”, para conseguir un compañero. No fue sino con su amigo de la juventud, Campdepadros, con quien armó dupla y hasta lograron salir primeros.
Sin embargo, el “Pato” tuvo uno de los recordados enfrentamientos ante el ex Presidente de la Nación, desde la computadora. “disputamos un torneo nacional, llamado el Real Bridge. Me dieron un link y cuando ingresas te sale la foto mía y la foto suya. Estaba la cara de Macri, donde yo tenía a mi compañero de Córdoba y él con el suyo”, indicó el comodorense.
“Con Macri jugamos en pandemia y ahora si por ahí toca un torneo nacional podría cruzarlo. Pero ahora si yo voy a jugar en pareja, lo voy a ver personalmente, porque él estará junto a su pareja de juego, ya que ahora salieron campeones en equipo con Argentina campeón y estarán en el Mundial pero ahí hay eminencias”, contó.
“Pato” con experiencia y con algo “inannato que sale para poder jugar al bridge” reconoce que “hay que pasarla bien, porque no deja de ser azar. En un momento intenté buscar disputar un juego con Macri, de manera online, porque lo invité, él aceptó pero me dijo que tenía que estudiar, que lo disculpe que no podía. Yo lo entendí porque él juega con su compañero, no lo deja su profesor”, remarcó.
River, la espina clavada y la chance tan cerca que pegó en el palo y salió
“A los 25 años, el goleador en Comodoro Rivadavia tuvo una chance inmejorable de entrenar con River. Iba por un día y Delém me dijo que me quede. Al final terminé 30 días en la pensión, donde me decían el abuelo. Me acuerdo que me salió a despedir Aimar con un abrazo. Iba con Franco Costanzo, Guillermo Pereyra y Pablo hasta Villa Martelli. A los días me indican que llegaría Ramón Díaz para las pruebas finales, tras ganar la Supercopa, aunque finalmente aparecería (Héctor) Pitarch”, rememoró.
“Él me agarró y me dijo que no, que era muy grande y me fui. Y así quedó en la nada, porque quería poner a todos sus familiares. Y así le fue a él (asistente técnico de Juan José López en 2011 cuando el “millonario” descendió al Nacional “B”) fue quien los mandó al descenso a River”, dijo.
“Pato” tuvo uno de los recordados enfrentamientos ante el ex Presidente de la Nación, desde la computadora. “disputamos un torneo nacional, llamado el Real Bridge. Me dieron un link y cuando ingresas te sale la foto mía y la foto suya. Estaba la cara de Macri, donde yo tenía a mi compañero de Córdoba y él con el suyo”
La música, la amistad y un legado: sus días en el canto lírico
“A los 16 años dejé, pero en los últimos años de papá -que murió hace tres años- él ya no estaba. “El Amistad Sur” pasó a cargo de otra gente y además armaron otros grupos, donde nacen “Los Abremiles”, hace unos 10 años. Ahora nosotros venimos de presentarnos en el Teatro Español, en el centro de Asturias en Capital Federal, a sala llena, y el Centro Asturiano de Vicente López con una fabada para mil personas”, contó.
“Resulta que empecé hace un año más y consulté si estaban vocalizando, me dijeron que sí, que habían dos grupos. Comencé con este y realmente es muy divertida la gente que canta, nos divertimos ebtre unas 35 personas”, aseguró muy emocionado por el paralelismo que tiene con su padre.
“A mi papá le encantó toda su vida cantar, siempre estuvo empecinado en cantar, él siempre estuvo ahí haciendo lírico, le gustaban mucho los deportes, como el bridge y tomar su legado me hace bien ahora que él no está”, cerró.
Legados de la vida y de los padres, aquellos que Rybier supo adoptar y que entre recuerdos y el tiempo que pasa lo hacen feliz para seguir dispuntando actividades que lo hacen feliz, entre grupos. Tal vez ocmo esos vestuarios donde “Pato” pasó a lo largo de Comodoro y que hoy entre el bridge y Los Abremiles, lo acercan a los afectos.