Con el dolor de la derrota y tras haber quedado en la puerta del ascenso, Sergio Busciglio, se refirió a la final del último domingo frente a Liniers de Bahía Blanca y plantó un manto de duda sobre la transparencia del certamen. 

El entrenador aseguró que “pasaron cosas inesperadas”, y admitió que “fue una final distinta a todas”. En ese sentido, aseguró “no solamente los errores están dentro de la cancha sino afuera”, y disparó: “Acá lamentablemente se asciende de una manera que no mucha gente conoce. No está a la luz es muy difícil. Al Consejo Federal no le convienen los equipos de la zona sur patagónica porque para todos los equipos de la zona sur de Buenos Aires iba a ser una espina si ascendíamos. Entonces habría que agarrar de Viedma para acá y decir que somos todos chilenos, o uruguayos o boliviano porque la discriminación es tan grande”.

Busciglio, por otro lado, aseguró que la cancha no estaba apta para jugar y tampoco fue justo la distancia que viajó cada equipo. “Esto ya se vio de entrada como estaba todo digitado. Fuimos dos equipos que salimos a ganar el partido de maneras diferentes pero con un árbitro que inclinó el primer tiempo favor del equipo contrario. En la jugada del gol, si bien llega tarde el arquero o llega temprano el delantero de ellos, fue falta. Ya cuando vi eso vi que inclinó la cancha”. 

Para el técnico, Domínguez tampoco estuvo bien expulsado, porque considera que el árbitro tendría que haber expulsado a los dos jugadores. Por eso, y por las demoras previas al inicio no duda en afirmar que hubo “cosas raras”. 

“Lamentablemente me hace pensar; primero la discriminación de los equipos del sur, y segundo que hay cosas que no solamente se ganan adentro de una cancha. Todo se podía haber corregido, no hacerlo tan lejos viajar a nosotros. Ellos viajaron 200 kilómetros esperaron de pechito a un equipo que fue vapuleado en los kilómetros que nos tocó viajar. Hubiera sido más respetuoso, jugar en Madryn en una buena cancha”. 

Respecto al juego, el entrenador aseguró que su equipo juega mejor que Liniers, pero no pudo desplegar su fútbol “porque la pelota se quedaba, la cancha estaba dura”. 

Y en ese sentido, aseguró que Newbery “es un equipo ganador. Me quedo con un aliciente de haber representado a toda la Patagonia".

Respecto, a su continuidad el entrenador por último, aseguro: "Yo tengo en este momento la posibilidad de dirigir en el extranjero pero falta una charla con el Pitu Barrientos, a mí me lo dijo personalmente que yo continuaba que tenía que hablar lo económico, pero no pasa por el sueldo del técnico, pasa porque yo quiero un proyecto serio que dejemos de pensar solamente en los clásicos. Hay que pensar que el árbol no te tape el bosque en un proyecto, en los juveniles”, sentenció, asegurando que Newbery es un club grande.