Comodoro tembló por un gol de Huracán y una histórica foto quedó inmortalizada: ¡Feliz cumpleaños, “Pirulo” Britapaja!
Marcelino, según reza su identidad, y “Chueco” para sus más íntimos de su amada “Colonia Sarmiento”, como le gustaba decir a los medios nacionales e internacionales, fue un futbolista profesional que infló redes a fuerza de goles en diversas partes del mundo. Este 7 de noviembre celebra un nuevo año de vida el legendario futbolista.
El “Chueco” se emociona, le pide al periodista un segundo para tomar aire, pero un nudo en la garganta y ese olor a la tierra de la cancha de Huracán lo lleva en un viaje sinuoso al barrio Pietrobelli a la hazaña, cara a cara con la gloria deportiva de un grupo de muchachos que lo dio todo.
El 2 de junio de 1974, el juez Juan Alberto Rolando venía de sancionar un gol de Daniel Lanza, en la vieja cancha de Huracán en el barrio Pietrobelli, donde los hinchas le pedían al universo un milagro para empatar la serie, tras un 4-1 de la ida en Cipolletti.
El destino y la gloria estaba del lado de Huracán y precisamente de Marcelino Eduardo Britapaja, “Pirulo” para el hincha popular o el “Chueco”, como lo conocieron en sus inicios en los potreros de Moralejo (Uruguay y Perito Moreno en Sarmiento).
Britapaja comenzó con su carrera una tarde donde Deportivo Sarmiento jugó ante Comferpet en Km8, donde por decisión de su DT, Nelson Mauriño, lo metió de arranque con 14 años y marcó dos goles para el triunfo del Depo.
El desembarco para jugar en Huracán
La salida del “Chueco”, como todavía resuenan esos gritos de alegría al verlo en las calles de su Sarmiento natal, por recomendación de un coronel amigo lo llevaron desde su “Depo” a una prueba con la 3ra de San Lorenzo. No sólo que quedó para vivir en la pensión, sino que ese año disputó el torneo de la Reserva.
Sin embargo, a la vez que jugaba el torneo de la tercera, su ingreso como conscripto al Servicio Militar le tenía una buena jugada en su destino y lo uniría con los vecinos de Comodoro, el regreso a la ciudad cerca de su Sarmiento querido y jugar en el Globo donde se iba a encontrar con él ídolo con el que gritaba su nombre en los potreros de Sarmiento y se sentía inflable: Fernando “Choa” Cárdenas.
Así Britapaja, soldado de la clase 50, desembarcó en el Club Atlético Huracán como refuerzo para jugar el primer Regional del año 71.
Año 72, la final ante Cipolletti y una definición de “Pirulo” con un gol que sigue latente en Comodoro
Huracán jugó el 27 de mayo en Río Negro y se llevó camino a Comodoro un resultado no sólo adverso, sino que también caló profundo en un plantel que tuvo que reconstruirse para “meter” la heroica hazaña de anotar 3 goles y así lograr la clasificación al Nacional.
Sin embargo, en la llegada a Comodoro Rivadavia, el día domingo 28 de mayo el plantel de Huracán se iba a refugiar en diferentes lugares: la familia, sus hogares, la casa de la pensión de la calle Belgrano y Sarmiento…y Britapaja en su Sarmiento natal
“Todas las hazañas vienen con una previa que a veces es inesperada”, indicó Britapaja en una entrevista realizada por Pasta de Campeón donde enmarcaría lo que sería el 3-0 que tenían que anotar para clasificar al Nacional de 1972.
“Cuando regresamos me fui a Sarmiento, enojado con todo y no con alguien, sino con lo que ni habíamos hecho en la cancha. Mi decisión fue la de no ir a entrenar porque estaba ofuscado con el profe Alberto Diz, a quien debo agradecerle mucho, pero estaba muy enojado”, cuenta el hijo de Sarmiento.
El delantero decidió que no regresaría a Comodoro para los entrenamientos en el comienzo de la semana. Lo llamaron sus compañeros de la casa de la calle Belgrano como Juan Marcelo Sayago y Hugo Valenzuela que le consultaban sino iba a entrenar. “No, ya está”, decía el “Chueco”.
Sin embargo, luego de una charla con sus amigos, el Gordo Nelson y el “Chato” que le decían que tenía que estar, tomó la decisión de estar el jueves en el entrenamiento del “Globo”, donde además hacían fútbol.
“Esa soberbia mía que hoy no lo haría. Pero que te das cuenta con los años de un a rebeldía del momento y donde debía pedir disculpas por no haber concurrido a los entrenamientos con mis compañeros para intentar dar vuelta el resultado. Los abandoné, aparecí el jueves como si fuera el mejor, donde la verdad no era eso, sino el tremendo enojo que sentía”, detallo Britapaja de la semana previa al choque ante los rionegrinos.
“Largo el camino a Comodoro. Salió el martes y llegó hoy jueves", la frase fue del entrenador Alberto Diz y Britapaja lo tomó como una señal de que le marcó lo que había hecho, sin embargo, el momento de la entrega de las pecheras terminó por darle inicio a aquello que iba a suceder en la vieja cancha del Barrio Pietrobelli.
“El profe me puso adentro, cuando me sentía afuera. Con su decisión me puse tranquilo, volví al departamento con Valenzuela y Sayago. Pensaba que teníamos un grupo aguerrido, guapo, que íbamos a imaginar que podíamos lograr la hazaña. Trabajamos para eso y teníamos la pasión del objetivo que es importante como el hambre que nos inundaba”, rememoró con nostalgia.
El minuto 93 y el grito para el pase a la inmortalidad
Britapaja recibe una pelota que la baja con el pecho, la misma queda de sobre pique frente al arco de Luna….
El “Chueco” se emociona, le pide al periodista un segundo para tomar aire, pero un nudo en la garganta y ese olor a la tierra de la cancha de Huracán lo lleva en un viaje sinuoso al barrio Pietrobelli a la hazaña, cara a cara con la gloria deportiva de un grupo de muchachos que lo dio todo.
“Si vos me decís a mí que recuerde el lugar, es la cancha de Huracán. La pelota, que cuando salió del pecho picó en nuestra querida cancha de Huracán, picó y le pegué”, cuenta “Pirulo”.
El remate furibundo, tal vez con la fuerza y el enojo aquel por haber perdido en la ida, pero no sólo con la ilusión de llegar a un Nacional, lo hizo acompañado de su gente de Sarmiento, de sus amigos, de los hinchas del Globo y también de una ciudad.
Luna intentó con una atajada en vano y la pelota se coló en el arco con un ruido de red inflada y la explosión que hizo que un sector de la ladera del Barrio, la cancha y los “miranda” le indiquen a una ciudad que un equipo de Comodoro Rivadavia llegaba a un Nacional para representarlos, más allá de colores.
“No recuerdo la emoción cuando la pelota entraba, pero sí después que fue una locura, No se cuantos minutos más se jugaron hasta que terminó y donde de alguna forma pedíamos que la cancha explotara. No queríamos que nadie nos saque la ilusión que estábamos teniendo”, agrega el delantero de ese Globito Petrolero.
Todavía en algunos rincones de esos terrenos habitados por viviendas se observan desde el imaginario como los jugadores agarraban con sus manos la tierra de la cancha y la tiraban hacia arriba. “Era una forma de agradecer lo que habíamos preparado, soñado con esa chance de Nacional, sin pensar que se podía dar”, rememora el goleador.
“El espacio tiempo desde el gol y los minutos que pasaron, con el miedo de que nos hagan un gol que nos quite la chance de jugar el segundo nacional fue tremendo. La gente enloquecida, vitoreando con cánticos al Globito hizo que me sienta en una nube, donde todo era flotación y que no estábamos de pie en la tierra cuando el árbitro pito el final”, agregó un Britapaja que en sus retinas tiene las caras de esos hinchas a los que saludaban desde el otro lado del alambrado con la euforia de un equipo que había logrado el objetivo y con él como héroe y la inmortalidad de esos hinchas.
“Pirulo” y la foto más importante de su carrera
La charla con PDC llega a un punto de emoción donde el ex delantero intenta gambetear a las lágrimas que están golpeando a su puerta, con una gambeta donde la deja atrás.
“La gente nos saludaba, agradecíamos y ellos a nosotros, era recíproco, pero sucede una situación y hay una foto que es especial”, se frena el goleador y cuenta una anécdota de una foto.
“Nos estaban sacando de la cancha ya y yo había terminado en la vieja cancha, en un banderín de córner, con los hinchas y saludándolos por el amor por Huracán. Cuando me doy vuelta se habían ido todos y quede solo, pero cuando arranco a caminar escucho aplausos de todo el estadio. ¿Es para mí? Miraba asombrado y ahí levanté los brazos en el agradecimiento en nombres de todo es algo especial y un estadio repleto aplaudiendo al logro de un equipo que parecía imposible lo que se dio”, agrega.
“Esa foto es especial. Es la mejor de mi carrera deportiva”, inmortalizó,
Britapaja con el tiempo se dio cuenta, y ya fuera de Comodoro, que el gol a Cipolletti había sido fundamental para el Globo, pero también para su carrera deportiva. A casi 40 años de lo sucedido en la tarde del barrio Pietrobelli, el sarmientino reconoció que “ese fue el gol fundamental y destapó algunas cosas que por ahí no las practicaba, algunas de falta de no sacrificio para entrenar o entrar a la cancha y dar todo, sino alguna cosa que tenía que ver con la fe y personalidad de decir yo puedo ser esto que era en el potrero y por ahí no lo hacía”.
La fe mueve montañas, Britapaja movió el arco sobre la estirada en vano de Luna y con ese equipo de Huracán hicieron temblar a Comodoro y las manos de esos presentes. Las gargantas fueron una voz que como el viento más fuerte ayudaron a que el globito comodorense de aquel año 1972 llegara desde la playa hacia el Nacional.
De la mano del chico que en el hotel familiar esquivaba la fuente de sopa, del que gritaba sus goles como el Choa Cárdenas, el que tuvo una segunda parte en su carrera con el Globo en su pecho y que es una leyenda viviente para uno de los jugadores emblemáticos del fútbol de Comodoro, hoy festeja 73 “Pirulos”.
Desde Pasta de Campeón saludamos a Eduardo Marcelino “Pitulo” Britapaja en sus 74 años de vida para la “Leyenda”.
Síntesis del partido:
Domingo 2 de junio de 1974
Huracán (3): J.C Rodríguez; Alvarez, V. Gordillo, Peretti, Sayago, Laffitte, Pichintíniz, Ojeda, Britapaja, Valenzuela y Lanza. DT: Alberto Diz.
Cipolletti (0): Luna, Tanani, Flores, Della Seca, Sanz, Machado Gómez, Zambrín, Michelini, Stagnaro, Villalba y Forti. DT: Finito Ruiz
Goles en el primer tiempo:
Goles en el segundo tiempo: 56´ José Juan Marcelo Sayago (H), 78´ Daniel Lanza (H) y 93´ Marcelino Britapaja (H).
Cambios: Villarroel por Forti (C); Novellino por Zambrín (C)
Arbitro: Juan Alberto Rolando
Cancha: Huracán de Comodoro (Pietrobelli)