Dos periodistas se salvaron de la muerte porque agarraron el celular para saber cómo iba River
Los reconocidos comunicadores vivieron una noche de terror en medio del partido entre el Millonario y Libertad de Paraguay por la Copa Libertadores. "Tuvimos un ángel, Dios, díganle como quieran", señaló uno de los ellos.
En un episodio que parece sacado de una película de acción, dos periodistas argentinos, Pablo Javier Blanco y Pedro Gianello, vivieron una noche que podrían nunca olvidar. Tras finalizar su programa en Radio Convos 899, una casualidad los salvó de estar involucrados en un grave accidente de tráfico.
Pablo Javier Blanco relató en su cuenta de Twitter cómo un simple interés por el resultado de un partido de fútbol los detuvo lo suficiente para evitar una tragedia. "Habíamos terminado de hacer #NoHayPlata y en la puerta me dice 'está jugando River, a ver cómo salió?' Eso nos salvó", tuiteó Blanco.
Mientras se preparaban para dejar la estación, los periodistas se encontraron con una escena que parecía sacada de una película de suspenso: "Estábamos cada uno arriba de nuestros autos, asomando la trompa de los coches para volver a casa cuando de repente, por la calle @olgaenvivo doblan en contramano por Humboldt tres autos a más de 150 kilómetros. Unos segundos antes y no la contábamos".
Dos autos y una camioneta, descritos por Blanco como "a todo lo que da", irrumpieron violentamente en contramano. La reacción de Blanco y Gianello fue de total incredulidad: “Con @PedroGianello bajamos de los autos petrificados.”
“No sabemos bien qué fue, solo que por un ratito no fuimos chocados a todo lo que da por tres hijos de puta en contramano. Ojalá mañana parezcan imágenes, ya avisamos a la cana porque es un peligro. Tuvimos culo, ángel, suerte, díganle como quieran. Fue 22:03/04. No puedo creerlo", cerró.
Este aterrador incidente no solo dejó a Blanco y Gianello petrificados sino también agradecidos por su suerte. El rápido chequeo del resultado en la famosa página “Promiedos” les proporcionó los segundos necesarios para evitar un encuentro fatal.