Por la 3era fecha de Copa Sudamericana, este miércoles Racing recibirá desde las 19 horas, en el Estadio Francisco Sánchez Rumoroso, a Coquimbo Unido. Equipo del mediocampista Luciano Cabral, jugador que pasó por CAI, jugó con Riquelme en Argentinos Juniors, y estuvo preso por un asesinato, ya que fue condenado por homicidio.

Luciano Cabral era una de las promesas de Argentinos Juniors. En 2014 compartió equipo con Juan Román Riquelme, quien transitaba sus últimos meses como profesional en la entonces Nacional B.

Había arribado al Bicho después de transitar por las juveniles de Sport Club Pacífico, Andes Football Club, Ferro Carril Oeste (todos de General Alvear, la ciudad de Mendoza donde nació), la Comisión de Actividades Infantiles de Comodoro Rivadavia y River. Sin embargo, su vida cambió por completo en enero de 2017, cuando cayó preso acusado de homicidio.

En octubre de 2022, tras obtener la libertad condicional por buen comportamiento, volvió a entrenarse en el Centro de Fútbol Profesional “Sergio Daniel Batista” de Argentinos Juniors. Mientras soñaba con volver a jugar, reconoció haber recibido ofertas de varios equipos.

En diciembre de 2022, firmó un contrato con Coquimbo Unido por dos temporadas. En su presentación, la institución publicó: “Las segundas oportunidades como entrega nuestro club y la posibilidad de retomar nivel son la conjunción que lo tienen como otra incorporación nacional que llega al puerto”.

En el elenco trasandino lleva seis goles en 43 encuentros y después volverá a la Argentina este miércoles para enfrentar a Racing, por la tercera fecha del grupo H de la Copa Sudamericana.

LA HISTORIA DETRÁS DEL JUGADOR QUE LO LLEVO A LA CARCEL

El 1 de enero de 2017, Joan Ariel Villegas Gualpa, de 27 años, se peleó con un grupo de personas con las que ya tenía un conflicto previo. Fue en el barrio Los Inmigrantes mientras la víctima había ido a hacer compras a un kiosco. En medio de la riña, alguien golpeó a Villegas con una piedra en la cabeza, lo que le provocó la muerte inmediata.

Dos días después del homicidio, Cabral se entregó en la Comisaría 14ª de General Alvear. Horas antes habían sido detenidos el papá del jugador, José Cabral; uno de sus primos, Axel Olguín, y Hugo Brian Santana. El 17 de enero lo trasladaron al Complejo Penitenciario IV de San Rafael, donde permanecería detenido hasta agosto de 2021, cuando por su buen comportamiento fue trasladado a la Colonia Granja de esa ciudad, donde comenzó a realizar trabajos agrícolas que le daban dinero y tuvo la posibilidad de entrenarse.

El jugador había sido condenado por la Primera Cámara del Crimen de San Rafael, presidida por Julio Bittar, el 4 de junio de 2018. Lo señalaron como coautor del delito de homicidio simple y lo condenaron a 9 años y 6 meses de prisión. A su padre le dieron 16 años y a su primo 8, mientras que Santana, quien era menor cuando ocurrió el crimen, fue absuelto.

Más allá de los cargos, Cabral nunca reconoció haber sido culpable del crimen. En su primera declaración aseguró que dormía en la casa de sus padres cuando ocurrió la pelea, pero la Policía de Mendoza halló una prueba incriminatoria: un par de zapatillas del jugador estaban manchadas con sangre y las pruebas de ADN arrojaron que correspondían a Villegas y a él.

Sin embargo, cuando el juicio avanzó, Cabral se contradijo. Confesó que había peleado con Villegas, pero afirmó que se alejó cuando la pelea pasó a más agresividad y señaló como responsables del homicidio a su padre y su primo. Luego, José Cabral confirmó la versión de su hijo al revelar que él salió en su defensa y golpeó con un palo a la víctima hasta matarla. Esas versiones no convencieron a la Justicia y los condenó a los tres.