Pablo De Miranda, el león de la defensa azzurra
El defensor de la CAI habló sobre su regreso a Comodoro luego de once años en el fútbol nacional y extranjero. Además, contó cómo fue su adaptación y dejó varias perlitas fuera de la pelota.
A fines de enero corrió un rumor que asombró al ambiente futbolístico de la zona. Y, a principios de febrero, se confirmó. La Comisión de Actividades Infantiles rompió el mercado con la incorporación de Pablo Timoteo De Miranda.
El defensor nacido y criado en Comodoro Rivadavia volvió a su casa después de más de diez años. Su último club fue el Toros de Celaya, equipo de que compite en el Asenso MX, la segunda división de México. Asimismo, pasó por el Blooming de Bolivia, Instituto de Córdoba, Tigre, Ferro, Defensa y Justicia, entre otros.
De Miranda fue invitado al programa Depormix que se emite los lunes por FM Viva y habló de todo: por qué regresó al “Azurro”, cómo vive, actualmente, el reencuentro con su familia y qué sensaciones le dejó el Torneo Regional.
- La primera fase del Regional terminó y clasificaron primeros. ¿Qué te pareció y cómo fue incorporarte a otra categoría inferior?
- No es fácil cuando venís a un nuevo torneo ni tampoco acoplarse rápido a un plantel que ya viene jugando, pero me sentí bien, hay un buen grupo de trabajo. La idea de la CAI, que es jugar, me facilitó, ya que siempre hay una opción de pase. Ahora se viene lo lindo, tenemos que estar fino para clasificar y lograr el objetivo, que es ascender.
- ¿Por qué regresaste? Tu vuelta fue inesperada…
- Me comunicaron a mediados de enero que necesitaban usar mi plaza de extranjero, porque querían traer un delantero y en el mercado mexicano no conseguían un atacante local. Yo les dije que me hubiesen avisado en diciembre, así podía organizarme e irme a otro lado. Igualmente, la salida desde Toros fue rápida. Me contacté con Mumo (Peralta) y me sumé a la CAI.
- ¿Tenías otra oferta o tu decisión fue directamente volver a Comodoro?
- Cuando vas creciendo te vas dando cuenta que el fútbol ha cambiado mucho. Hoy no ven tanto la trayectoria del jugador, sino que buscan los últimos partidos, quieren saber cuánto jugaste. Como no venía jugando por una lesión, necesitaba estar en un lugar donde sí pueda jugar y estar en competencia. Por eso, volver a la CAI era volver a estar con mis viejos, con mi familia, porque hace 11 años que me fui. Los veía esporádicamente, una vez al año. Cuando el Mumo me dijo, no lo dudé. Tuve chances de arreglar con All Boys, salió esa oportunidad, pero fue difícil. En Argentina, en esa época, ya está todo cerrado. Arreglé mi situación en México, saqué los pasajes, hicimos escala en Córdoba, donde quedó mi señora, y me vine para acá.
- ¿El fútbol fue excusa para regresar a la ciudad del viento?
- Sí, totalmente. Estar con mis viejos y mis hermanos es único, los disfruto todos los días, porque cuando venía los notaba cada vez más viejitos, por cuestionas obvias, y no me quería perder eso. Cada uno tiene que seguir su vida, pero nosotros somos muy familieros y por eso me pone contento que ahora nos veamos seguido. No sé cuánto tiempo voy a estar acá, espero que tengamos una buena campaña. Mi objetivo es ascender.
¿LO TENÍAS A PABLO COMO BATERISTA?