"Hay un código futbolístico que no mira a la gente que viene de afuera como alguien que viene a aportar o sumar. Son desconfiados, te boludean un poco. Están todo el tiempo cacheteándote hasta que más o menos podés hacerte un poco fuerte y hacer pie. Creo que no logré eso y me frustró bastante”, expresó en una entrevista con el programa Perros de la Calle (Urbana Play, FM 104.3).
A su vez, dejó en claro que la dirigencia enfocó todas sus energías en el fútbol. “Si uno cuenta que quiere mejorar la tecnología y generar ingresos, te responden: ‘No, esto es Boca, vamos a ganar la Libertadores’. Ojalá ganen la Libertadores’. No sé comprar jugadores, no tengo idea a quién elegiría como técnico, me dejo llevar como cualquier hincha. Déjenme en el lugar que me corresponde".
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En ese sentido, agregó que fue una situación "muy difícil. Me frustró. Cuando me fui pensé ‘me comí el sapo’”, dijo. Y añadió: “El fútbol te hace sentir todo el tiempo, si sos de afuera, que sos de afuera”.
Por último dejó en claro el impacto que genera Boca, tanto en la sociedad argentina como en el mundo. "Estar en la presidencia de Boca es como tener un programa de 48 puntos de rating en los 90. No hay rincón donde alguien no te pido algo, no te sugieran", dijo.
"De pronto te llama el Emir de Qatar. Si yo pido una reunión con Jeff Bezos no me la da. Pero si viene a la Argentina seguro que va a la cancha de Boca. Boca hizo un presidente como Macri. El fútbol logra esto", ejemplificó el exvice del club.