Desde que Lionel Messi desembarcó en el Inter Miami, el equipo encaminó una racha de 11 partidos donde no conoció la derrota y este pasado fin de semana, los “Garzas” vencieron a los Los Ángeles FC por 3-1, manteniendo el invicto.

La presencia de Messi es imponente tanto dentro como fuera del campo de juego y para poder estar con la mayor tranquilidad, tiene a su lado una sombra que lo sigue a todos lados: Yassine Cheuko, su guardaespaldas personal. Desde que comenzó su tarea como custodio del Diez, quintuplicó su cantidad de seguidores en Instagram, donde ahora cuenta con más de 167 mil.

El custodio, exmilitar y experto en artes marciales lo sigue a todas partes y encabeza un equipo de alrededor de 50 personas que cuida las 24 horas a la estrella del Inter Miami y a su familia.

Cheuko, de ascendencia musulmana y nacido en California, tiene un pasado vinculado a las fuerzas militares estadounidenses: integró la Navy Seal, la principal fuerza de operaciones especiales de la Armada de los Estados Unidos. Su entrenamiento como soldado y su experiencia en Afganistán e Irak, sumado a su especialización en boxeo, taekwondo e incluso MMA (Artes Marciales Mixtas), lo convierten en una fortaleza infranqueable.

La agencia de seguridad que integra Chouko, y que fue contratada por el copropietario del Inter Miami, David Beckham, dispuso 50 custodios para cuidar a Messi, Antonella y a sus tres hijos, Thiago, Mateo y Ciro.

En 2021, el exsoldado visitó la ciudad de Barcelona cuando Messi todavía integraba las filas del club culé. Asimismo, el hombre tuvo tiempo para visitar el complejo deportivo del club y sacarse una foto con el reconocido excampeón de peso ligero de UFC, Khabib Nurmagomedov.

El guardaespalda del campeón está siempre atento: muchos simpatizantes intentan ingresar al campo de juego para tocar a su ídolo, y , en el mejor de los casos, sacarse una selfie junto a él. Se lo ve en los vestidores, autobuses, y sobre todo en la línea del campo de juego, durante los partidos. Una ubicación privilegiada, pero sin la posibilidad de mirar las jugadas, ya que su atención siempre está en quienes rodean a Messi y no en el juego.