“La verdad que muy contento con esta noticia, se hizo esperar, pero llegó. Escuchar que el doctor me diga ‘hacé vida normal’ y poder contarlo a mi esposa e hijos fue realmente emocionante”, contó Rodrigo Bona en diálogo con Diario Jornada.

El volante volverá a jugar en el Aurinegro con 40 años. Sobre su larga recuperación, el referente contó que  “Lo peor fue la primera cirugía dónde me tocaron un nervio, se me durmió la mano y tuve que volver de cero a mover dedo por dedo. La segunda cirugía tardó mucho más tiempo en cicatrizar y eso afectó mucho mi cabeza. Estuve depresivo un par de meses, me encerré y no quería ver a nadie, ir al kinesiólogo y ver que no avanzas es horrible, pero salí adelante con la ayuda de la familia y amigos. Fue mi única lesión y por suerte eso me ayudó a estar hoy entrenando de manera normal”.

“Pensaba solo en recuperarme para hacer vida normal, el fútbol quedó en segundo plano. Recién en marzo cuando tuve la anterior consulta empecé a tener otra vez eso en la cabeza de jugar y por eso lucho. Por ahora no hay plazos, me voy sintiendo mejor y la idea es tener ritmo de juego, pasaron dos años y eso puede traer alguna lesión muscular, por eso voy día a día”, remarcó.

“Con respecto al equipo lo veo bien, ha sacado un colchón de puntos importantes para ser nuevo en la categoría y eso te da un alivio en cuanto al resto si toca una mala racha”, finalizó.