Nicolás Coll jugó al fútbol hasta el año pasado para Rada Tilly, y realizó la pretemporada con Deportivo Portugués pero una pasión hereditaria lo llevó a sumarse al automovilismo en la categoría TP1100. Entra y conoce los detalles de un deportista todoterreno.

Habitualmente, Nicolás Coll agarraba los botines con tapones y salía de su casa el domingo para ir a jugar a la pelota, pero un día cambió. En el bolso llevaba el buzo antiflama y las botitas mientras que en la otra mano cargaba el casco. No es que eligió un deporte nuevo, volvió a los inicios.

El volante que ascendió a Primera A con Rada Tilly - luego de vestir muchísimas camisetas - decidió acelerar un Fiat 128 en el Turismo Pista 1100cc siguiendo los pasos de su padre, y ahora en medio de la pandemia le tira un poco más el deporte motor y buscará girar cuando se vuelva a autorizar.

Nico Coll estuvo en la CAI durante doce años, desde los 4 hasta los 16. Después pasó por Huracán de Comodoro en el Argentino B y allí desembarcó en Buenos Aires. Estuvo un tiempo en Ferrocarril Oeste en inferiores, también en Racing en cuarta división. Cruzó el charco para jugar en Rentista en Primera de Uruguay, después tuvo otro paso en Segunda, lo mismo en Rocha, volvió a la Argentina para ponerse la camiseta de Juventud de Pergamino en el Argentino A, entre otros pero pocos recuerdan su paso por el kárting donde hizo dos años en Stihl y uno en Zanella.

Cambió la pelota por el casco de competición

Hace unas semanas publicaron en redes una foto de la Selección de Comodoro que enfrentó a la Sub 20 de "Pancho" Ferraro con Sergio Romero al arco, y estaba Nicolás.

"El automovilismo es una pasión que compartimos con mi viejo", comenzó diciendo al programa "Puesta a Punto", para luego seguir contando sobre su presente en el automovilismo. "Debuté en la carrera de invitados con mi viejo el año pasado. Cuando era chico di una vuelta en un 1100 y nunca más me subí. Por mi laburo no puedo girar mucho, y ese viernes corrí casi sin probar. El auto se lo compramos a un amigo, y lo tiramos así a pista. No levantamos ni el capot. Para mí fue una alegría enorme correr con mi viejo", confesó.

El 2020 arrancó con la primera fecha en el autódromo General San Martín, donde Nicolás Coll tuvo su primera prueba. "Corrimos la primera del año en Comodoro antes de la pandemia, y ahora buscaremos girar lo más posible. No llego a tener 40 vueltas en el auto, y la categoría está muy pareja. Hay que conocer el auto, y esa es la idea", analizó.

Por último, el volante que se resiste a colgar los botines de fútbol todavía indicó: "tenemos un buen auto, y lo buscamos a Mario Scarzelli que es amigo de mi viejo para que prepare el motor. Tratare de amigarme con el auto, el chasis está como me lo vendieron y buscaremos agarrarle la mano y sumar experiencia", sentenció.

Un todoterreno que comenzará a escribir un capítulo deportivo más en su carrera, y en una categoría muy competitiva como lo es TP1100 pero desde el "Lusitano" - el último club con el que realizó la pretemporada - aseguran que seguirá jugando a la pelota.