por Franco Córdoba

Una idea de juego, una base de jugadores, una apuesta del club y resultados, aquellos que cuando se unen desde la Patagonia y hacia el resto del país hacen ruido. Ese estruendo -por llamarlo así en cuanto a una metáfora- es lo que hace el "Verde" de Comodoro desde casi una década a este 2023 con la semifinal de la Copa Súper 20 y por la esperan la dicha de subirse a lo más alto del podio en Buenos Aires.

Gimnasia y Esgrima llega al cuadrangular en alza y jugará este sábado ante Oberá Tenis Club donde va en búsqueda de una nueva final, como lo fue en el "Súper 4", en el cual también fue finalista en la pasada temporada disputado en Córdoba.

Sin embargo, los conducidos por Leonardo Villagrán no arriban a estas definiciones por que sí. Aunque también cuando los resultados no se dan, el dolor es más grande. ¿Pero por qué?

Fotos: Credito: Mota Reales / Prensa Gimnasia (CR)
Fotos: Credito: Mota Reales / Prensa Gimnasia (CR)

Con la sexta campaña por Villagrán al frente como Jefe de Equipo y desde sus primeros lineamientos al frente del "Verde" llegaron instantes más buenos que malos e incluso complejos que supo sacar adelante con trabajo, innegable carta de presentación del comodorense, y mantiene esa filosofía en la actual temporada 2022/23. Sin embargo, a pesar de los problemas, nunca dejó de ser protagonista.

Con una idea de juego, basquetbolistas que acompañaban las formas y una dirigencia apuntalando el trabajo donde se vieron grandes versiones de un equipo que siempre intenta estar en las primeras posiciones. Sin embargo, con los resultados en la mesa, la gente nunca dejó de seguir al equipo, así sea leyendo el diario, por radio, TV, internet o redes sociales.

Presupuestos, apuestas y la mano del trabajo

Gimnasia y Esgrima nunca hizo locuras en cuanto el armado de sus equipos, con cierto dinero dentro de los salarios que podía pagar o incluso esperando por dar un golpe de efecto en momentos cercanos a los playoffs -como lo hizo en las 2019/20- cuando al ir tercero en la fase regular apostó por el cubano Reynaldo García Zamora, uno de los mejores foráneos que pasaron por el equipo en la "era" Villagrán, hasta que el coronavirus truncó una campaña que ilusionó a todos con el ser campeón.

Respecto a los planteles, muchas veces las elecciones en el personal elegido por Villagrán dieron resultados importantes, pues se encargó siempre de sacar lo mejor de cada miembro del plantel e incluso "agua de las piedras". Pero a ello lo acompañó de una minuciosa selección a sabiendas de cómo era desde lo deportivo hasta lo personal para contar con jugadores comprometidos y sabiendo de ante mano que la figura era el equipo.

Sin embargo, también se encontró con sorpresas en instantes duros derivado por las lesiones con planteles cortos, como lo fue en medio de las burbujas de Liga Nacional de Básquet a raíz de una “enfermería” y donde apostó por juveniles como Ramiro Stheli en la 2021/22 cuando este llegaba de Liga Federal con indios de Moreno y fue un jugador valioso en dicho momento, al igual que hoy, cuando sabe aceptar sus instantes en los que “Villa” dispone de su ingreso al parqué.

Después las conformaciones de los equipos le dieron a Gimnasia el mote de "trampolín" ya que no sólo sus basquetbolistas daban el salto a equipos de mayor presupuestos y candidatos al título, sino que muchos fueron convocados por sus selecciones nacionales con casos como: Roberto Acuña, Franco Giorgetti, Yoanki Mencia, Sebastián Orresta y Agustín Barreiro.

Los cruces de playoffs fueron parte del sin sabor en cuanto a los resultados finales en el "Verde". Eliminaciones durante diferentes instancias ante La Unión de Formosa, Boca o San Martín de Corrientes por nombras algunas, tal vez las más dolorosas tras estar entre los primeros tres lugares de la fase regular, algo histórico para la competencia y sus apuestas que da la ilusión de llegar a las últimas instancias.

Pero también el manto de “baño de realidad” en el cual, muchas veces los equipos más poderosos cuentan con planteles largos con extranjeros o jugadores nacionales que dan ese plus que se necesita para ser campeón, aunque Gimnasia muchas veces con lo justo peleó de igual igual, pero a veces el balón no ingresa y esa es otra historia.

La institución entre obras y búsqueda de presupuestos acordes para dar un buen pasar a los basquetbolistas que suma al equipo son importantes. Departamentos en buenas condiciones, viajes cómodos, salarios pagos al día, una sumatoria que hace que muchos grandes nombres quieren llegar a la ciudad y donde se lo hacen saber al staff de trabajo, donde el problema no es la lejanía, sino un orden económico que pregona la directiva.

Pablo Ivanoff, presidente de GyE y cabeza de una dirigencia que trabaja en equipo y apuesta al constante crecimiento de la institución, en una charla con PDC
Pablo Ivanoff, presidente de GyE y cabeza de una dirigencia que trabaja en equipo y apuesta al constante crecimiento de la institución, en una charla con PDC

Esta campaña con un auspicioso comienzo y con un plantel corto, los directivos encabezados por Pablo Ivanoff, apostaron a sumar algunas piezas para intentar estar en el lote de punteros y junto al trabajo del equipo de Villagrán fueron los primeros en clasificar a la Copa Súper 20.

En el cierre del mes de enero, y a pesar de tres derrotas en fila, ya con febrero en curso el “mens-sana” supo levantarse y ahora acumula en los dos últimos juegos la misma cantidad de triunfos.

Es por eso que el hincha se sigue ilusionando, por ser de Comodoro, por un equipo que trabaja y le da la esperanza cuando pisa el rectángulo, por el entrenador de la ciudad y que muestra un perfil y modo de trabajo profesional. Algo que es complejo, ya con seis temporadas encima en el mismo lugar, con la dirigencia qué aunque muchas veces puede ser más austera que otras temporadas, batalla para contar con auspiciantes que le ayuden a estar en la élite de una Liga Nacional de Básquet donde Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia ya es, sin dudas, un histórico en la Argentina con 34 temporadas sin interrupciones.

De aro a aro: Gimnasia de Comodoro, la ilusión que genera y sustenta en un proyecto a largo plazo con una ciudad detrás

Ahora será cuestión que el balón este sábado se lance al aire y que el equipo intente llegar primero a una final y luego ir por un trofeo que sería un premio no sólo a la temporada que lleva en la 2022/23, sino a un trabajo que une a varias partes a lo largo de casi una década, con un trabajo a largo plazo que se viene desarrollando en tiempos de inmediatez y que sin dudas ilusiona a una ciudad desde sus cuatro puntos cardinales y espera por poder celebrar una vez más desde Comodoro hacia el país.