La gran victoria del comodorense en la cuarta fecha del Rally Raid que se llevó en tierras mendocinas fue una proeza y en PDC se animó a relatar su carrera, con la felicidad de estar cerca de los grandes pilotos que incluso pasaron por el Rally Dakar.

Rafael Sendra, con su UTV y su navegante Fernando Martínez, ganaron ua espectacular prueba en Santa Rosa y en Pasta de Campeón el chubutense revivió la proeza de carrera que lo llevó al lugar más alto del podio.

Entre lo más destacado para el piloto nacido en Km.8 fue que su auto era el de menor potencia en motor, frente al de dos figuras nacionales como Roberto Troyano con 187HP y Nicolás Strático con 172HP, mientras el "Rafa" cuenta con su máquina con 155 HP que sin embargo se las ingenió para terminar primero.

El primer día: El Prólogo

El viernes hubo mucho calor y el auto estaba pesado ya que llevaba los dos neumáticos de auxilio, estaba mal calibrados los neumáticos con el libraje y con la suspensión medio “chancha”. Aun así corrimos y pensamos que era el libraje que tenía que tener, pero salimos últimos de los tres.

Acá hicimos 10 kilómetros con un especial en un circuito y donde había muchos guadales. Era tremendo como se enterraba el UTV y además trabado, con mucha curva y contra curva es por ello que también aparecieron los “huellones”. el fesh fesh, con un tierral. Ahí ganó Troyano que conocía ese tramo como la palma de su mano y con un auto más rápido, es por eso que sacó una buena diferencia”.

El UTV de Sendra y Martínez en la Etapa 1
El UTV de Sendra y Martínez en la Etapa 1

Etapa 1: La estrategia, el camino sin autos y sin saber una victoria inolvidable del tramo

El sábado con “Rulo” armamos una estrategia luego del primer día y analizamos qué hacer, porque era una carrera larga con un especial de dos o tres tramos y más de 300 kilómtros. Decidimos bajar las libras, sacamos una rueda de auxilio - intentamos alivianar el peso- y hasta corregimos detalles de suspensión por los rebotes.

El auto pegaba con la cola por todos lados en el recorrido, con ondulaciones y médanos que no nos daban respiros y además lentos porque en el río al auto le costaba mucho llegar a los 100 con tanta arena pesada.

En cuanto a los 50 km de río de trayecto que tuvimos intenté mirar el velocímetro para no pasarme de los 110km/h que permite la categoría y sólo dos veces lo hice, pero luego alcanzamos un promedio de 80/87 km/h porque el auto se arrastraba.

Martínez y Sendra, en el UTV que ganó en Mendoza.
Martínez y Sendra, en el UTV que ganó en Mendoza.

Así que la idea era ir fuerte en la ondulaciones, donde veníamos muy rápidos y de hecho tenían dunas de 5 metros aproximadamente y una cortas con un talón de 5 metros, la cual cortaba por el viento así que veníamos pasados de todos lados. Estuvimos a punto de volcar un par de veces pero llegábamos en la curva re pasados y Fernando me decía que bajemos la velocidad. Es que detrás teníamos a Alejandro Yacopini que nos iba a pasar.

Pero no veíamos a nadie y miraba el terreno, que era duro llevar el auto sin polvo delante nuestro y no alcanzábamos a nadie. Algo andaba mal pensábamos y más rápido no podíamos ir porque yo no venía el tablero, Fernando me indicaba eso para ver cuánto combustible teníamos pero cada vez que agachaba la vista nos íbamos afuera y nos pasábamos y era tremendo sin respiro.

Luego un segundo especial que finalizó por un accidente “Rulo” me sugirió poder sacarle peso al auto porque en este tramo venía pesado y pegando en todos lados. Quedaban 120 km de carrera y le dije que me la jugaba de sacar un auxilio, quedó con uno, quitamos el bidón de agua y le pusimos la mitad de agua y para que calienta el motor lo refresque. Incluso querían que saque el criquet

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De ahí en más, el auto salió rápido, pero continuaba tocando un ritmo ágil, pero nos clavamos mal en una duna, donde llegamos con cola en el aire y entramos de trompa en el lado derecho, se dobló el pantógrafo. Al final el UTV llegamos con volante torcido, rueda para adelante y otra para dentro. con la experiencia de Nihuil y salí a 50 km por hora pero el coche se iba para un lado y el otro.

Al final terminamos la especial y luchábamos en la ruta con el enlace para llevarlo derecho, porque iba de costado. Rulo desarmó la trompa, acomodó el tren delantero, alineó y prepararon de nuevo, porque el tema era que podría golpear la caja, así que levantamos la suspensión de atrás y el despeje del coche, no la dureza de la suspensión directa, sino la cola y muchísimo para la trompa.

Etapa 2: fabricación casera de traje de lluvia, la coronación y el premio al esfuerzo

Largamos el domingo con la sorpresa que habíamos ganado y donde la habíamos sacado dos minutos a Strático y 3 a Troyano, quien era el que conocía la zona. Largamos en punta y sorprendidos, ahí es donde un click me hizo en la cabeza y donde supuse que no podíamos perder por el tiempo que le habíamos sacado a los otros dos muchachos.

Pero si sabía que se nos iban a venir porque tenían mucho más motor que nuestro UTV y con el auto realizamos un trabajo tremendo, porque lo que logramos fue mantener las libras en los neumáticos porque llovía el domingo; Rulo me dijo que subiéramos la capacidad, a lo que mi respuesta fue que no y las dejamos ahí.

El tema de las libras son un secreto que me guardo, porque la verdad es que veo que soy el único que lo usa, por lo que pregunto y me cuentan.

Llovía y la verdad es que improvisamos con Martínez unos trajes de lluvia con bolsas de nylon para no mojarnos asi que salimos. Teníamos que ir a fondo porque los de atrás se iban a largar a matarnos y en 70 km de río no le aflojábamos y en las curvas sentíamos que el auto no cortaba porque se ponía mal y se levantaba. No volcamos de casualidad.

Sendra y Martínez lo dieron todo en Mendoza. Foto: Paco Agencia Fotografías
Sendra y Martínez lo dieron todo en Mendoza. Foto: Paco Agencia Fotografías

Cambiamos el modo de manejo para entrar muy leve a las curvas, agachar la trompa y que así se mantenga una velocidad constante y jugármela o sino perder la carrera. En la zona ondonada el auto iba a fondo mal, arriba en 105/107 km/h y Fernando me decía que levante porque nos íbamos a pasar y estábamos 109, 1110 y no tocó en ningún lado y Troyano descontó solo 15 segundos, fue segundo y porque seguro penalizó y terminó tercero y la etapa la perdimos ya que este último la ganó, pero con la penalización la ganamos y así fue la historia.

Nos alejamos un poco de Strático pero Troyano venía prendido fuego y nos achicó solo 15 segundos y la estrategia estuvo muy buena y tenemos una alegría tremenda.

El balance y una imagen a la altura de Rally Dakar

Es la primera vez en tres años que puedo ganar una carrera, ya que siempre por cualquier situación las perdía, quedaba segundo, como el SARR de escolta o tercero. Nunca primero, pero esta vez ganamos y la sorpresa es que veníamos compenetrados en nuestra carrera y muy rápidos y si nosotros limitados en 110 km/h quedamos cuartos en la general con todos los otros vehículos los UTV limitados a 130 y con 200 hp de modelos 2021.

Quedó Ferioli en el primer puesto, tipos con experiencia Dakar como Cavigliasso que todo el mundo conoce como 3 o 4 Rally Dakar y detrás venía Yacoppini con una chata casi 400 hp, un mostro que corrió en Sudáfrica y detrás de esos tres animales llegamos nosotros.

Una alegría total, nos sorprendió mucho más el puesto de la  general y eso da la pauta de la velocidad constante creo que hace a la carrera y mucho podes ser explosivo y te despistas porque cortaste correa y la perdiste.

Mucha felicidad por cómo se dio todo en cuanto a la forma de llegar agarrado de los pelos y poder hacer un gran papel ilusiona, ahora esperamos que podamos contar con el apoyo de gente que se quiera sumar, ya sea con el espaldarazo de sponsoreo, porque si bien yo es algo que asumí personalmente, a veces también es bueno que desde algunos sectores puedan apoyarnos. Es por eso que ojalá que nos puedan acompañar, porque la verdad es que le ponemos mucho corazón.