Este miércoles, Boca Juniors consiguió un importante triunfo por 1-0 ante Always Ready por la Copa Libertadores. El gol fue convertido por Eduardo Salvio, de penal, tras una dudosa pitada de parte del árbitro a la hora de cobrar la pena máxima.

Sin embargo, todo quedó opacado por la aparición de un impensado conflicto en la previa del partido, que seguramente sumará capítulos en la Conmebol.

Según indicaron los medios nacionales, el conjunto boliviano denunció que la dirigencia del Xeneize, encabezada por Juan Román Riquelme, vicepresidente y líder del Consejo de Fútbol, le dejó regalos a la terna arbitral que comandó el peruano Kevin Ortega, lo que derivó en la intervención policial.