Claudio Pessolano, una de las claves "silenciosas" del buen momento de Gimnasia
El preparador físico nacido en Pico Truncado y de tercer paso por la institución, es uno de los puntales de un equipo que "compró" la cultura del trabajo. Fue campeón y conoce a la perfección la filosofía de un equipo, segundo en la fase regular de LNB, que sueña y labura en busca de la mejora a diario.
Claudio Pessolano, el hombre que con perfil bajo y mucha contracción al trabajo, se metió en la historia de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia y hoy es sin dudas uno de los mejores del país y la Liga Nacional de Básquet en lo que hace. Conocé al "profe" que con intensidad, buena vibra y mucho amor por lo que realiza forma parte de una estructura sólida que potencia al plantel en la LNB.
El "profe", parte del plantel campeón de la Liga Nacional de Básquet en la 2005/06 conoció a Martín Villagrán en el Profesorado de Educación Física, cuando cursaban en Instituto Superior de Formación Docente N°810 de Comodoro Rivadavia, y desde ese momento se juramentaron que iban a llegar lejos en un trabajo de primer nivel. El "Verde" los "juntó" nuevamente y el resultado de una planificación se ve a las claras en diferentes aristas de la labor física para jugadores que muestran dicha preparación a diario.
Hoy, por segunda vez en la carrera de ambos, ese juramento se fragua a puro trabajo de dos partes de una rueda que se encuentra en movimiento y que da sus réditos, deportivos y basquetbolísticos.
La preparación física tiene inserta la "cultura del trabajo desde el primer día", donde la palara pretemporada queda de lado para una preparación continua y a conciencia, con ese lineamiento, Pessolano busca plantar una semilla que germine en una filosofía.
Uno de los claros ejemplos, se observan con Diego Romero, con sus 39 años a cuestas, no pasa desapercibido en la preparación de Pessolano quien logró "reacondicionarlo" y que el "Negro" se sienta revitalizado, luego de una dura pandemia que le hizo pagar la recuperación post Covid-19 de la campaña 2020-2021.
El interno capitán e ídolo del "Verde" se encuentra en plenitud y Claudio tiene que ver con ello, que se ven reflejados en minutos de juego, números y recuperación posterior a los partidos. Al igual que Yoanki Mencia, quien regresó desde Ameghino de Villa María en la Liga Argentina y se potenció como uno de los mejores en su posición, hasta como extranjero, y le dio un nuevo lugar en la Selección de Cuba.
En su búnker de Pico Truncado, en invierno y con nieve allá por 2019, Diego Romero llegaba a ponerse en forma física, con uno de los mejores PF del país. Un lujo que se permite tener hoy Gimnasia y Esgrima, en su staff técnico, y que además transmite sus lineamientos no sólo para Liga Nacional, sino Liga de Desarrollo y el resto de las formativas. Con un staff de trabajo encabezado por Martin Villagrán, Raúl Aguilar y Martín Yanguela que acompañan.
El "profe" Pessolano, tuvo pasos por las categorías formativas de los seleccionados argentinos de básquet U15, U16, U18 y U19. y U21, este último en 2019, y se encuentra a la vanguardia desde su profesión, pero además le da su impronta que es reconocida por muchos de sus jugadores y con resultados a la vista.
La filosofía de Pessolano, al servicio de la “cultura por el trabajo”
“No puedo hacerte una vueltita e irme. Todos los días cada práctica tiene un sentido, mi día es un propósito por el trabajo a realizar porque si es para llegar al entrenamiento a moverte y hacer solo eso, me largo a mi casa”, reconoce el santacruceño, en una charla con Pasta de Campeón.
“A través de un volumen de trabajo, las prácticas tienen un sentido con ejercicios que cuentan con movimientos donde se minimizan riesgos que tiene el deporte desde lo articular, muscular y yo me encargo de fundamentárselo a los jugadores”, agregó.
El actual encargado de la parte física del “Verde”, que regresó a la estructura del equipo esta temporada, confiesa que “el mensaje de trabajo es a diario” y admite que un ejemplo es la entrada en calor donde despliega una serie de ejercicios y movimientos que en constante movimiento del basquetbolista le traen respuestas en distintos pasajes de los encuentros, pero también de las recuperaciones.
“Siempre cargo con un bolso, donde llevo una pelota de 2 kilos, cintos de fuerzas, bandas, veo una barra la meto y lo que hacemos es trabajar. En mis entradas en calor se trabaja, pero siempre con un propósito e intento siempre de aprovechar cada momento”, reconoció.
El Súper 20, la Liga Nacional y el agradecimiento a los jugadores
Pessolano, esquivo a los medios, indica que su mejor carta de presentación es que sus jugadores se encuentren en condiciones pero no para él, sino que sus rendimientos vayan de la mano de la posibilidad de mostrarse en gran forma para desafíos, donde lo que varía es el volumen e intensidad de los estímulos.
“La búsqueda de la cultura del trabajo, es quizá el mensaje que me gustaría dejar, ya que se trabaja todo el año. Estos muchachos se comprometieron a esta filosofía , con compromiso de entrenar en horas extras, con el aplique de la ley del esfuerzo pero todos los días”, aseguró.
“Hablé con el entrenador y nunca desde el comienzo tuvimos un entrenamiento feo, eso significa mucho. Pero además mis respetos a estos jugadores que me hacen tan bien, ya que se vacían tras cada práctica y por eso las lágrimas en el Súper 20, pues solo nosotros sabemos de lo que trabajamos y pasamos. Sin subestimar a nadie me atrevo a indicar que ningún equipo trabaja como nosotros, porque lo hacemos desde el silencio”, remarcó.
Gimnasia fue finalista y subcampeón del Super 20, con un equipo que disputó sólo un encuentro con plantilla completa y plagados de lesionados, y sin embargo este miembro del staff del “Verde” ponderó la labor de los miembros del plantel.
“La intensidad y respeto de la ejercitación que hay en tiempos de cada competencia, por ejemplo el Súper 20 fue una cosa y la temporada me permite trabajar más holgado”, indicó.
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“Ellos (los jugadores) compraron y no hay mejor satisfacción para un “profe” que eso suceda, donde además están convencidos que les voy a hacer bien. Eso es genial”, resaltó.
Gimnasia a través de un trabajo de Pessolano, Villagrán y el resto del staff técnico realiza una articulación “interdisciplinaria con el equipo de kinesiología para acomodar y readaptar a las estructuras de los jugadores de manera diferenciada”.
“El Súper 20 nos dejó muchas secuelas y es por eso que la realidad de hoy indica que estamos bien y con los planetas alineados para que los jugadores trabajen para alcanzar un final de año lo mejor posible y creo que lo estamos llevando adelante de gran forma”, cerró.
Gimnasia se sostiene físicamente con Pessolano, pero también desde los humano con un preparador físico que es un ladrillo más de una estructura que comanda Villagrán, y que hacen desde su trabajo que al equipo lo conviertan en plataforma de lanzamiento para jugadores que apuestan por la organización deportiva que es Gimnasia y Esgrima, en una competencia dura, en tiempos de pandemia.
Con apego al trabajo, la buena vibra y el testimonio de sus propios jugadores, el "profe" siembra una semilla con su experiencia y es uno de las piezas de un equipo que ilusiona en LNB y que ya lo hicieron en el Súper 20.