Gimnasia de Comodoro de duelo: murió un gran colaborador y ex miembro de la dirigencia
El club "Mens-sana" perdió este viernes a uno de sus importantes miembros del club en diferentes momentos de la historia de la institución en su paso por la Liga Nacional de Básquet. Chofer, asador y un hincha al que las triubunas del Socios Fundadores extrañarán.
Este viernes la dirigencia deportiva de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia recibió un duro golpe, tras enterarse de la desaparición de uno de sus grandes colaboradores.
Carlos Azamor, quien fuera Jefe de Equipo del equipo Campeón en la Liga Nacional 2005/06 falleció a los 75 años de edad.
Dirigente, colaborador y un hombre identificado con la Gimnasia y Esgrima con un modo de vida de estar presente al lado de lo que el club pudiera necesitar.
Alegre, sonriente y siempre una gran con chispa de energía que alegraba a quienes lo rodeaban, Carlos daba todo por gimnasia y Esgrima, en las buenas como en momentos de vacas flacas.
La Unión Vecinal del Barrio General Mosconi confirmó la noticia y el mundo del deporte, la actividad comercial de donde venía y lo deportivo en Comodoro lamentaron su pérdida.
"Lamentamos comunicar el fallecimiento del vecino Carlos Azamor. Acompañamos a su esposa, hija, nietos y demás familiares en este triste momento. Que en paz descanse", confirmaron las redes sociales.
Cuando el querido Yaca ingram no podía manejar el Bala de Gimnasia en la Liga Nacional,
Azamor puso sus manos al comando del transporte en kilómetros a lo largo y ancho de Argentina, con su "Verde" querido.
El punto máximo, quizás, fue la consagración de Gimnasia y Esgrima de Comodoro cuando Azamor fue el Jefe de Equipo del plantel dirigido por Fernando Duró.
La fiesta de premiación de Gimnasia en Buenos Aires lo tuvo emocionado y alegre por el logro que había conquistado el equipo "Mens-sana".
"Vamos Verde!!!", era su frase de cabecera, que cuando de local siempre salía de los partidos en el Socios Fundadores y partía a Puerto Mitre en busca de una “Paisana” y tomarse una cervecita.
Su ingreso al local gastronómico era a pura energía y risas, donde él hablaba con mozos y mozas del lugar y era adorado por la gente de su reducto al que iba también con viejos miembros del club.
Sus frases para algún tema determinado, a la órden del día y no escatimaba en dar un consejo o una palabra atinada para momentos duros.
Hasta el últimos de sus días luchó con su inseparable compañera, Alicia, su hija, yerno y sus dos soles: sus nietos.
Gimnasia de Comodoro y la dirigencia deportiva pierde a uno de esos fervientes colaboradores de antaño que en cada momento el Socios Fundadores, un viaje o bien en alguna reunión puertas adentro extrañarán sus pares de hoy.