El juvenil de 17 años, oriundo de Pico Truncado, se desarrolló durante 2019 en las categorías formativas de Boca Juniors y este año, llegó a un acuerdo para incorporarse a las inferiores de San Lorenzo de Almagro. Enterate cómo vive esta experiencia ingresando a la nota.

Joaquin dio sus primeros pasos en el mundo del fútbol jugando en la Escuela Municipal de Fútbol Infantil de Pico Truncado, donde tenía de entrenador su padre Andrés Guzmán.

A los 13 años participó de una prueba de 800 jugadores en Los Antiguos, donde estaban a cargo de la misma dos captadores del Club Atlético Boca Juniors. El joven santacruceño se destacó en esta prueba, siendo el único seleccionado para viajar a probarse en Buenos Aires.

Sin embargo, en esta primera oportunidad lejos de casa, el juvenil sintió el cambio del futsal a cancha de 11, donde no tenía rodaje y decidió regresar a su ciudad natal. Allí pasó a jugar en el Club 13 de Diciembre de Pico Truncado, donde con tan solo 15 años en el llegó a jugar cuatro partidos en la Primera División de la Liga de Fútbol Norte.

A la par de esa experiencia, Guzmán continuó destacándose en el futsal y gracias a eso, le llegaría un segundo llamado del “Xeneize”, tras cuatro años de aquella prueba en Los Antiguos.

“En octubre de 2018, jugando un nacional de futsal en Comodoro Rivadavia, los captadores de Boca siguieron la transmisión porque se podía ver en vivo, y cuando llegamos al albergue le escribieron a mi papá para volverme a probar”, detalló en diálogo con La Opinión Austral.

Y fue así como volvió a emprender viaje rumbo a la “ciudad de la furia”, donde reconoció que “al inicio estaba muy solo, en una pieza donde habían cuatro cuchetas y se hacía difícil. En ese momento apareció mi viejo y me dio fuerzas para seguir”, subrayó el joven que con el apoyo de su familia siguió adelante en una experiencia única formando parte de las formativas del conjunto de La Ribera.

Con respecto a los entrenamientos, Guzmán comenzaba sus días temprano con una rutina que arrancaba a las seis y media de la mañana. “Me levantaba, desayunábamos y nos llevaba una trafic a Ezeiza. Volvíamos al mediodía, almorzábamos y a la escuela”.  Tras su horario escolar,  los jugadores del plantel realizaban trabajos en el gimnasio en el turno vespertino.

Asimismo, recordó las dos veces que pisó la mítica Bombonera, en primera instancia como alcanza pelota en un partido por la Copa Libertadores. Y luego, en el 2019, donde logró jugar allí. “Tuve la oportunidad de pisar el campo en una prueba para el VAR”, señaló.

El 2020 llegó con aires renovados para el jugador categoría 2002, ya que se llegaría su traspaso a San Lorenzo de Almagro, club donde se encuentra actualmente.

Joaquín alcanzó a realizar la pretemporada, disputar algunos amistosos e incluso medirse ante la primera división del “Ciclón” en el Nuevo Gasómetro: “Me tocó estar con Coloccini, Torrico, los Romero en el vestuario y enfrentarlos en el campo”, memorizó tras ese grato momento.

Por la pandemia, las autoridades del azulgrana decidieron darle retorno a sus ciudades a los jugadores que estaban en la pensión del club. Hoy en día, Guzmán se encuentra entrenando semanalmente a través de la plataforma Zoom desde Pico Truncado, con la ilusión intacta de volver al ruedo apenas mejore la situación del coronavirus.