El jugador argentino se coronó en el Master World Padle Tour cinco años después de haber sufrido un accidente automovilístico en el que fallecieron dos amigos. Su reacción post consagración fue besarse las piernas.

En el año 2016 los medicos le aseguraron que no iba a poder volver a practicar ningun deporte tras haber chocado contra un colectivo en la localidad de Monte Grande, incidente en el que no solo perdió a sus dos amigos sino que también se fracturó ambas piernas quedando al borde del retiro.

El nacido en Ezeiza era en ese momento uno de los mejores jugadores del mundo. A los quince años ya había ganado seis títulos mundiales. Tras el incidente, en el que estuvo diez dias en terapia intensiva, emigró a España para hacer la rehabilitación y poder desarrollarse nuevamente en este deporte. "No sabia si la rehabilitación me iba a llevar un año o diez. Mi sueño era volver a jugar", contaba a pocos meses del hecho. Pasó por silla de ruedas, muletas y bastón.

Cinco años despues se quedó con el título en el Master World Padel Tour junto a Paquito Navarro, su dupla, ante los argentinos Federico Chingotto-Juan Tello, con parciales de 6-2, 3-6 y 6-4.