La columna de Fother

Cuestionar certezas, arrancar máscaras, alborotar avisperos y ayudar a que mañana no sea otro nombre de hoy. ¿Por qué fueron finalistas Francia y Croacia? ¿Qué similitudes tienen? ¿Qué importancia tiene la psicología y lo físico? Todas las respuestas en la nueva columna de Pasta de Campeón.

Terminó el  mundial y ese hito que ocurre cada 4 años rompiendo nuestra cotidianeidad, se marcha dejando a muchos de nosotros con una especie de duelo, y  más aún , con una especie de nostalgia.  Por algo que no ha ocurrido,  por el hecho de que esa ilusión, la  de que tu selección se coronara campeón, no se ha producido.

¿Las razones? Muchas: el Director Técnico, los jugadores y su camarilla, los dirigentes, los políticos, la economía, el dólar y miles de culpables aparecen para fundamentar el verdadero “por qué” de un Mundial en donde no se superó la fase de Octavos de Final.

Desde la perspectiva de la objetividad, quiero comentarles para introducirlos en mi observación, un concepto conocido. La comunicación: la misma puede ser verbal o no verbal, esta última se basa en lo gestual y en lo corporal. El emisor por esta vía, transmite un 70 % de la información que termina decodificando el receptor.

Si hacemos memoria, los que vimos la mayoría de los partidos pudimos determinar que el factor más influyente en el resultado de los partidos fue el estado de forma física y la fortaleza mental.

Sin dudas los que reunieron esas cualidades en su máxima expresión, fueron los seleccionados que lograron llegar a la final. Francia parecía acelerar el motor cuando el partido lo requería, y dosificaba al máximo su energía en forma colectiva, cuando el resultado lo demandaba.

Croacia arrancó en octavos y en cuartos perdiendo y en  ningún momento  al equipo se los observo caído, desganado, desorganizado o golpeado. Seguían estando en partido, con el mismo nivel de concentración y actitud psicológica.

Esto  lo pudimos ver todos, no es necesario ser Director  Técnico, Preparador Físico o Psicólogo. Podemos decir que los franceses tuvieron esta aptitud física por su juventud (promedio de edad 25 años), los croatas por su capacidad de Resiliencia (capacidad de superar los fracasos) insertada en su matriz de aprendizaje y en su infancia, al convivir con la guerra  en la ex Yugoslavia.

Pero nos estaríamos quedando con una variable, de otras que permitieron desarrollar la capacidad física y psicológica de estos planteles.

Los equipos de alto rendimiento se conforman desde un encuadre comandado por un coordinador, por un co-pensor , en donde los intereses y objetivos del grupo  están por encima de cualquier individualidad (nadie pregunta hoy por Karim Benzema , campeón de la Champions con el Real Madrid) ni por Nikola Kalinic, primera alternativa de recambio de la delantera croata ,quien se negó a entrar contra Nigeria los últimos 10 minutos ( expulsado por el cuerpo técnico de Croacia  al no respetar el encuadre previo).

Todas decisiones a favor del grupo, del objetivo del grupo, cuestiones previas a la gran final,  que sin dudas fortalecieron desde lo más íntimo a estos dos equipos que llegaron al sueño de todos los jugadores y no jugadores del Mundo.

Hemos observado desde nuestra humilde perspectiva, desde nuestra silla de espectador de este apasionante espectáculo, estas tres variables que posibilitaron disfrutar a estos dos equipos de  una final fantástica.

El resultado ya lo sabemos todos, pero es rescatable  el proceso similar que vivieron  estos dos grupos en un mes de competencia. El vivir día a día a la máxima intensidad, quizás aferrados a una gran frase de Antoine de Saint-Exupéry: “con el tiempo te das cuenta de que en realidad lo mejor no era el futuro, sino el momento que estabas viviendo justo en ese único instante”.