El delantero que juega en la Serie C de Italia relató increíbles momentos que compartió con el comodorense en el FC Moscú.

La trayectoria del argentino “Maxi” López es envidiable para cualquier jugador: River, Barcelona, Mallorca, AC Milan, Catania, Sampdoria, entre otros clubes.

Entre esos equipos, el delantero compartió vestuario, en Rusia e Italia, con el comodorense Pablo “Pitu” Barrientos. En diálogo con LDH (Libres de Humo), el podcast que conducen el futbolista “Papu” Gómez y el periodista Martín Reich, “Maxi” contó tremendas anécdotas que vivió junto al “Pitu” en el FC Moscú.

Éramos cuatro argentinos. Héctor ‘Popi’ Bracamonte, el enano Maxi Morales, Pablo ‘Pitu’ Barrientos y yo. Uno que tocaba la guitarra porque era un bohemio, a Maxi lo teníamos que llevar de la mano porque era un nenito en esa época, nos cagábamos de risa, y el ‘Pitu’ que andaba en la suya, no hablaba nada, pero se iba y se perdía por la ciudad, y a veces no lo encontrabas”, comenzó relatando, entre risas, Maxi López.

Luego, el goleador se refirió al entrenador Leonid Víktorovich Slutski, quien dirigió a los argentinos en el conjunto ruso. “Lo volvíamos loco, él fue el director técnico de la selección de Rusia y del CSKA Moscú. Era simpático, pero era medio militar, entonces nos hacía parar a todo el equipo, uno al lado del otro, en la línea de la cancha. Hasta que todo el mundo no metía el pie derecho sobre la línea, él no empezaba el entrenamiento, corte militar”.

¿Quiénes eran los cuatro nabos que amagaban a meter el pie, y pasaban como diez minutos, y el entrenamiento no empezaba? Así arrancábamos, boludeando todo el día. Teníamos dos traductores que habían vivido en Argentina y que hablaban como nosotros, entonces no le dábamos bola a nada. Hacíamos la que queríamos”, agregó López.

Por último, el atacante que jugó con Messi en Barcelona contó algunas particularidades de la cultura rusa. “Teníamos un utilero que se las pasaba las 24 horas del día borracho. Todo el día. Cuando llego al equipo ruso desde Barcelona, el capitán me dijo que, si en Rusia no tomaba, no podía estar. Así me recibió, yo me quedé… después de cada entrenamiento, los pibes se llevaban las botellas de vodka y cerveza a temperatura ambiente y les entraban. Unas costumbres muy diferentes”.

Pablo “Pitu” Barrientos jugó en Rusia entre 2006 y 2008, donde concretó seis goles en 33 encuentros. Luego, el zurdo de Comodoro Rivadavia retornó a préstamo a San Lorenzo por un año. Allí fue la principal figura del equipo que finalizó en el primer puesto del Torneo Apertura 2008 (pero perdió el título en un triangular final), logrando ser convocado por el entonces técnico del seleccionado argentino, Alfio Basile, para disputar dos encuentros correspondientes a las Eliminatorias Sudamericanas para la Copa del Mundo del año 2010.

Finalmente, en 2009, el FC Moscú vendió a Barrientos al Catania, donde se reencontró con “Maxi” López y varios argentinos más como Alejandro “Papu” Gómez, Pablo Álvarez, Mariano Andújar, Pablo Ledesma, Matías Silvestre, Nicolás Spolli y Mariano Izco, entre otros compatriotas.