El lunes falleció el abusador y ex Jefe de la Policía, Juan Luis Ale, quien permanecía internado en el hospital de Esquel afectado por coronavirus en el marco de su detención por haber sido condenado de ocho años de prisión por abuso sexual. “Es un punto final de una pesadilla que viene viviendo desde hace 7 años”, comentó el entrenador Luis Murúa, padre de las víctimas.

El ex entrenador de Jorge Newbery y actual DT de Sol de Mayo de Viedma, Luis Ignacio Murúa- papá de las víctimas- habló en LU17 Radio Golfo Nuevo donde refirió a que conocida la noticia del fallecimiento del abusador y ex jefe de la policía: “es un punto final de una pesadilla que viene viviendo desde hace 7 años”.

“Mis hijas hicieron una lucha que terminó con la condena pero igual se sigue. El daño ya está hecho. Con la condena hubo una reparación que ayuda a las víctimas a poder tener un cierto alivio para poder seguir en el día a día y en el desarrollo de la persona que es lo que más cuesta y donde uno, como padre, tiene miedo”, comentó.

“Piti” por otro lado expresó el sentimiento que lo acompaña a diario porque “la persona abusada, violada, queda con una marca o trauma irreparable. Se puede tener cierto alivio. Se pudo tener una resolución rápida porque hay casos donde la persona no tiene justicia nunca”.

En lo personal contó que el salir a brindar declaraciones públicas, donde planteaba el pedido de justicia para lo ocurrido con sus hijas, “me ayudó muchísimo la gente que es anónima porque me refugie en las redes sociales donde recibí un apoyo de toda la sociedad. Al igual que el periodismo donde surgieron voces que permitió llegar al juicio y por la valentía que tuvo la fiscal (Hernández). Nosotros no tuvimos abogado defensor porque confiamos en la fiscal que fue muy valiente al sostener y pelear por la causa, al igual que los jueces que en dos instancias sostuvieron esta aberración”.

“Esto me pasa a mí y a un montón de padres donde nuestro mejor aliado es una psicólogo o psiquiatra y las pastillas. No es normal que tengas una hija o un hijo que tomen 9 pastillas por día para poder vivir. No se puede. Es inhumano”, remarcó.

“Soy un padre que está describiendo algo que pasó, que viví y lo habló en tiempo pasado porque creo en –cierta-recuperación y en la justicia. Uno siempre está atado a la justicia divina y esa la que más temor le puede llegar a tener el ser humano porque la justicia de los hombres a veces falla”, comentó el padre de las niñas abusada por Juan Ale.

Por último, el padre de las –ahora- mujeres solo pidió que con el fallecimiento de Ale “mis hijas puedan llegar a tener una vida sin pastillas. Solo pido eso. En mi cabeza no pasa por desearle que alguien se quede sin vida pero sí que cumpla por ser culpable”.