¿La experiencia en el deporte es transferible? Un excelente jugador, devenido en DT  ¿Mejorará la producción de su equipo por el solo hecho de que su carrera este colmada de logros y éxitos  deportivos? Estos éxitos previos del orientador  ¿Promoverán que el grupo sea exitoso en los torneos donde compitan?

Muchos son los casos en los cuales jugadores referentes en sus respectivos deportes como jugador  hayan elegido seguir trabajando como  DT, pero lo que pareciera ser transferible, es decir mientras más éxitos como jugador  mejor director técnico u orientador, parece ser una regla que en muy pocos ocasiones se da.

En básquet en muy pocas ocasiones un jugador de elite mundial termino dirigiendo un club o un seleccionado argentino. Rubén Magnano,  quizás uno de los entrenadores más exitoso de todos, es un Profesor de Educación Física.

En fútbol, Maradona tendría que haberse catapultado por toda su experiencia y por ser el mejor jugador del mundo, en uno de los mejores DT del planeta, sin embargo, nunca tuvo un éxito como orientador táctico, esto se reflejó en la Selección Argentina, pero también en Racing y Mandiyú cuando tuvo la oportunidad de ser director técnico.

Bilardo y Menotti alcanzaron la gloria de un mundial (78 – 86), pero sus carreras como jugadores profesionales no fueron brillantes.

Entonces ¿estos casos pasan solo en argentina o se dan en otras latitudes? ¿Esta experiencia es transferible o no? y si lo fuera ¿Pesa realmente como factor decisivo en la dinámica que requiere un grupo? o existen otros vectores más importantes que debe tener un director técnico para llevar a buen  puerto a  un equipo.

Existen muchos otros líderes exitosos sin haber sido descollantes jugadores. José Mourinho, Marcelo Bielsa, Arrigo Sacchi, Jurgen Klopp, Julio Velasco, “Cachito” Vigil, y muchos más.

Qué situaciones juega el ego de estos directores técnicos que fueron exitosos cuando se paran delante de un grupo, cómo es la percepción  de los conflictos o resistencias que se instalan en los mismos y que herramientas se utilizan para resolverlos.

Jugar no es lo mismo que dirigir, los problemas que se pueden resolver con técnica, agilidad, destreza, estado físico tienen que ver con el “jugar”, estos parámetros no se pueden utilizar para resolver cuando uno dirige, coordina u orienta un grupo, un equipo.

Existen vectores que nos pueden ayudar a resolver  problemas en el grupo o equipo,  que terminan siendo mucho más importantes que variantes tácticas , físicas o técnicas , estos vectores se pueden observar y trabajar: la comunicación, la cooperación, la afiliación, la pertenencia , la pertinencia , el aprendizaje , la creatividad son algunas de las variables a tener en cuenta constantemente y que nos determina un perfil de grupo en un momento dado, otorgándonos una data precisa del nivel de operacionalidad del grupo o equipo.

Además, si a ésta  técnica de observación el orientador posee capacidad de descentramiento, humildad, espontaneidad, empatía, resiliencia, obtendrá sin dudas cuestiones que se acercan mucho a una de las palabras más importantes dentro de la dinámica grupal: aprendizaje (proceso a través del cual se adquieren o modifican, habilidades, destrezas, conocimientos,  conductas o valores).

Estos pequeños grandes atributos demandan este rol, no es fácil, son pocos lo que realmente están capacitados a trabajar con “la herramienta fundamental de todas las herramientas”, el ser humano.

Fother.