Gonzalo Mengoni conoció el rugby a los 11 años y no se separó nunca más de la ovalada. Formado en el Puerto Madryn RC, el "Cabezón" hace tributo al club, donde conoció a su mujer y  sus hijos practican deporte. Con esos valores recibidos  supo mantenerse 15 años jugando en el ascenso italiano. Una particularidad de su carrera que no mucho se da es que  debutó en  primera división jugando como refuerzo de Trelew RC.

Por Maxi Ignao

Gonza nació en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero a los seis meses su familia desembarcó en Puerto Madryn. Como todo chico que le gusta el deporte probó varias disciplinas. Arrancó con el tenis y por sus amigos también jugó al básquet.

"Dejé de jugar al tenis porque no me gustaba juntar las pelotas (risas) y básquet jugaba por mis amigos. Pero toda mi banda hacía rugby e intenté  hacer los dos hasta que un día falté un tiempo a básquet y no me salió el doble paso. Ahí me dije que no seguía más y fue todo rugby", contó Mengoni.

Su adolescencia la transcurrió metido en el club y respiraba solo rugby. Compitiendo siempre en el Valle, pero también con los clubes de la Unión de Rugby Austral y  giras que Madryn hacia como por ejemplo a Sudáfrica. Su debut fue bastante curioso y poco frecuente en el ámbito del rugby. Sobre eso, comentó: "fue como refuerzo de  Trelew RC en un Nacional de Clubes, que jugó  Marista, Los Tordos y Liceo Naval. Tenía 17 años y  fui de fullback titular".

Cuando terminó la secundaria se fue a Buenos Aires a estudiar la carrera de Despachante de Aduana, en la Cámara Argentina de Comercio. Sin embargo, debió interrumpir sus estudios por el fallecimiento de su madre, lo que lo obligó a regresar. Su debut en la primera división de su club llegaría en 1995.

"Me vine para acá. De lo negativo pude sacar muchas cosas buenas. Fue increíble porque debuté en  primera tras  dos años sin jugar. Había muchos de mi camada y fue un cable a tierra por todo lo que me sucedió.  Con el apoyo de mis compañeros  y el club pude salir adelante rápido", recordó.

Luego, volvió a C.A.B.A. a terminar la carrera y después retornó a Madryn. En 1997 lograron obtener el torneo oficial de la Unión de Rugby del Valle de Chubut. Aún  la vida le tenía preparada una sorpresa que  no se esperaba.

En el año 2000, cuando Mengoni tenía 25 años, tuvo una propuesta que cambiaría su rumbo. De cómo llegó, rememoró: "tenemos una familia amiga, los Fagioli, que en los 90' se fueron a vivir a Italia. Cuando Luciano, uno de sus hijos, volvió a Madryn me dijo que el club de la ciudad donde vivían estaba buscando jugadores que puedan hacerse la ciudadanía. Los Fagioli son muy importantes en nuestras vidas. Nos abrieron las puertas siempre. Rosa, la madre, fue mi maestra en la escuela".

"El único problema es que precisaban terceras líneas y yo jugaba de apertura o fullback. Luciano me dijo que diga que jugaba de ala y listo. Acostumbrado a tacklear en cancha de tierra fue bastante fácil. Encima siempre me gustó estar donde había lio  así que me adapté rápido (risas)", agregó.

Por sus raíces en Italia pudo tramitar la ciudadanía, pero viajó con visa de estudiante. Los papeles no llegaban y tuvo que presentarse en la Universidad de Perugia como estudiante extranjero para renovar el permiso y cuando lo logró, le salió la documentación de residente.

"Los primeros cinco años  jugué en Jesi que había once argentinos y logramos el pretendido ascenso. Ahí me peleé con todos porque en el vestuario le sacaban el cuero a los "tanos" en castellano. No me gustó. Después me mudé a Viterbo donde viví muchísimas cosas. Hice amigos que hoy son familia.  Ahí pase de jugar por el ascenso a la Serie A a descender a la C. Les prometí que no me iba hasta ascender y así fue. En 2012 ascendimos y nos volvimos", contó.

Al regresar, estuvo un tiempo fuera de las cancha. El "Cabezón", admitió: "volví y no jugué hasta que conseguí laburo. Pude volver a en el 2013. Igual  siempre estuve colaborando en el club con las formativas. Cuando me retiré en el 2015 al otro año me sumé al staff técnico de primera".

Junto a su esposa, tuvieron en Italia a  Bautista (18) y Francesa (13). Cuando decidieron volver, Maria estaba embarazada de ocho meses y junto a un médico tuvieron que modificar la fecha para que pudiera viajar porque no la dejaban con el embarazo tan avanzado. En Madryn, nació Benedetta (8). Maria siempre estuvo ligada al hockey en Madryn RC y obviamente los tres chicos practican deporte ahí.

Actualmente, Gonzalo trabaja  en una empresa relacionada a la pesca y es colaborador del staff técnico del plantel superior de Madryn RC. Maria, su mujer, es miembro de la comisión directiva de la institución y sus hijas juegan al hockey y Bautista al rugby.

"El club me formó como persona. Falleció mi vieja y a las dos semanas estaba jugando, me levantaron ellos. Estaba en el piso. Lo que he sido siempre es por el club, es mi segunda. Ahí conocí a  mi señora. Van mis hijos. El club es todo", finalizó.