Mauricio Macri, campeón Sudamericano de Bridge: el día que un comodorense le ganó "cara a cara"
El ex Presidente de la Nación ganó este último fin de semana el torneo que se celebró en Cali, Colombia, aunque para ello pasó por la caída ante un particular jugador que además fue un notable deportista que estuvo cerca de un equipo grande del fútbol argentino.
Mauricio Macri logró un gran triunfo con el equipo argentino de bridge, el juego de cartas con el que despunta su afinidad, además del fútbol y la Fundación FIFA.
El expresidente, como parte del equipo senior de Argentina, se quedó con el título en el Campeonato Sudamericano de Bridge que se disputó en Cali.
El combinado nacional de esa categoría, integrado por Macri, Luis Palazzo, Carlos Lucena, Walter Fornasari, Héctor Camberos y Juan Rueda, salió victorioso en nueve de las 12 rondas (cada una se jugó a 12 manos) del certamen que se llevó a cabo bajo el sistema de triple round robin en el Salón del Lago del Club Campestre de Cali y en el que también compitieron los equipos de Brasil, Colombia y Chile.
Macri se mostró muy feliz por la clasificación al próximo mundial y valoró el trabajo en equipo y donde afirmó que todavía se encuentra en un proceso formativo.
Mauricio Macri comenzó en el bridge de la mano de su padre, Franco. “Estoy muy contento jugando ahora con Lucena, que es un gran jugador, o con Palazzo. Soy muy adaptable porque me considero un jugador que necesita mejorar mucho”, afirmó el expresidente durante su participación en el torneo subcontinental así publicó Clarín.
EL COMODORENSE QUE LE GANÓ AL PRESIDENTE
El rival de Macri es hijo de un docente reconocido en la Patagonia, donde este fue quien lo introdujo en su juventud dentro de los juegos de naipes. La vida lo depositó nuevamente en el bridge, en tiempos donde forma parte de un grupo coral y donde casi se pone la camiseta de River.
Andrés Rybier, o simplemente “Pato” se cansó de inflar redes en diferentes equipos durante la pasión que tuvo y mantiene que es la del fútbol. Desde su barrio de nacimiento, el Rodríguez Peña, caminaba hasta Km 5 para jugar ya con 12 años con la del “Patricio” y a los 18 comenzar a ganarse los aplausos con la casaca de la Primera.
Luego, la valía y sus goles fueron a clubes como Petroquímica, Tiro Federal, Ferro, Palazzo, Argentinos Diadema, Laprida del Oeste, San Martín, Deportivo Roca, Nueva Generación, Talleres Juniors, Florentino Ameghino y Ciudadela, donde finalmente retiró. Sin embargo, en los veteranos también la rompió con la casaca de su querido Rodríguez Peña.
Ya con la mayoría de edad cumplida y por medio de su padre –el recordado profesor de matemáticas don Luis Rybier, “Pato” comenzó sus primeros pasos en el bridge y en el canto lírico, en el que se incorporó al “Grupo Lírico Amistad Sur”, al que dejó cuando su amor por la pelota pudo más.
Andrés Rybier, hijo de Luis, “un loco de los deportes que practicaba como el ping pong, ajedrez, billar, bridge.
El “Pato” tuvo uno de los recordados enfrentamientos ante el ex Presidente de la Nación, desde la computadora. “disputamos un torneo nacional, llamado el Real Bridge. Me dieron un link y cuando ingresas te sale la foto mía y la foto suya. Estaba la cara de Macri, donde yo tenía a mi compañero de Córdoba y él con el suyo”, indicó el comodorense.
“Con Macri jugamos en pandemia y ahora si por ahí toca un torneo nacional podría cruzarlo. Pero ahora si yo voy a jugar en pareja, lo voy a ver personalmente, porque él estará junto a su pareja de juego, ya que ahora salieron campeones en equipo con Argentina campeón y estarán en el Mundial pero ahí hay eminencias”, contó en una charla que el Pto tuvo con PDC.
“Pato” con experiencia y con algo “innato que sale para poder jugar al bridge” reconoce que “hay que pasarla bien, porque no deja de ser azar. En un momento intenté buscar disputar un juego con Macri, de manera online, porque lo invité, él aceptó pero me dijo que tenía que estudiar, que lo disculpe que no podía. Yo lo entendí porque él juega con su compañero, no lo deja su profesor”, remarcó.
River, la espina clavada y la chance tan cerca que pegó en el palo y salió
“A los 25 años, el goleador en Comodoro Rivadavia tuvo una chance inmejorable de entrenar con River. Iba por un día y Delém me dijo que me quede. Al final terminé 30 días en la pensión, donde me decían el abuelo. Me acuerdo que me salió a despedir Aimar con un abrazo. Iba con Franco Costanzo, Guillermo Pereyra y Pablo hasta Villa Martelli. A los días me indican que llegaría Ramón Díaz para las pruebas finales, tras ganar la Supercopa, aunque finalmente aparecería (Héctor) Pitarch”, rememoró.
“Él me agarró y me dijo que no, que era muy grande y me fui. Y así quedó en la nada, porque quería poner a todos sus familiares. Y así le fue a él (asistente técnico de Juan José López en 2011 cuando el “millonario” descendió al Nacional “B”) fue quien los mandó al descenso a River”, dijo.