La empresa Panda Sports, con base en Marbella (España) y Reggio Calabria (Italia), funciona como puente para jugadores de Argentina y distintas partes del mundo que buscan dar el salto a Europa. El jugador ex CAI se sumó en marzo y brindó detalles de su rol en esta nota con PDC.

Por Daniel Maldonado

Martín Rolle nació en Rosario pero se formó en Guillermo Brown de Puerto Madryn. Luego, dio el salto a la CAI de Comodoro Rivadavia. Allí explotó en la B Nacional y captó la atención de Olimpo de Bahía Blanca, con quien conseguiría el ascenso y jugaría en la Primera División de Argentina.

También pasó por San Lorenzo de Almagro, Arsenal y Unión de Santa Fe, entre otros. Actualmente se mudó a la segunda división del fútbol de Grecia, donde se incorporó en el mes de agosto al Ionikos F.C, donde comparte equipo con otro ex jugador “azzurro”, como es el neuquino Matías Castro.

La pandemia lo mantuvo alejado de su familia -que se encuentra en España-, ya que pasó estos meses de parate por el coronavirus en Italia, donde tuvo su último paso por A.C. Gozzano de la Serie C.

En este tiempo, Rolle aprovechó para capacitarse y terminar el curso de entrenador UEFA y uno de scouting. “Al pasar los 30 años, uno empieza a pensar un poco más allá de su futuro y comienza la curiosidad, las dudas. Pero en ese sentido, yo estaba seguro que tenía que ser ligado al fútbol, porque es lo que me apasiona”, señaló en diálogo con Pasta de Campeón.

De la mano con su carrera profesional, se le presentó una oportunidad relacionada al futbol que lo atrapó por completo y al día de hoy, le mantiene la llama de la pasión encendida. “La persona que me lleva a Italia es un amigo, Leonardo Secondi, que actualmente es el gerente y administrador de Panda Sports. En ese momento todavía no pertenecía a la empresa, pero me decía para que empiece a trabajar con él. Sin embargo, yo tenía decidido que lo mío no era como representante, pero sí me interesaba todo lo demás relacionado con el fútbol”, explicó.

“Al tiempo, el creador de Panda Sports y pariente de Secondi, Raffaele Pandalone -también dueño y presidente del club Real Linense de la segunda B de España-, le ofreció la administración de la empresa. Allí fue cuando se contactó conmigo y me propuso trabajar juntos”, señaló Rolle.

Tras la propuesta, planteada en febrero durante el inicio de la pandemia en Europa, el futbolista definió su futuro como “ojeador” y aceptó el desafío. “Esta profesión es totalmente complementaria con la de jugador. No me quita tiempo para ninguna de las dos cosas. Por eso me sumé, básicamente por la confianza que tengo en Leo y la forma que tiene que trabajar. Generalmente, me encargo de contactar al jugador. Desde mi parte, lo entiendo y ante todo, no le miento”, puntualizó en su relato.

A principios de marzo me sume a la empresa. Estoy muy contento con el trabajo que hago, porque me permite seguir jugando al fútbol, que es mi ocupación principal, y después porque se trata de mirar y analizar fútbol, algo que a mí me encanta. Veo jugadores y tengo que formar una opinión para sacar una conclusión de lo que se ve, siempre siendo honesto”, destacó Rolle, con 35 años y una vasta experiencia en el mundo futbolero.

Desde su lugar en Panda Sports, reconoció que “miramos jugadores de todo el mundo. En Argentina tenemos tres personas encargadas de ser intermediarios. En Córdoba está Juan Manuel Cobo, que jugó conmigo en Olimpo. Luego está Ricardo Chavarri en Comodoro Rivadavia y Buenos Aires, y otra persona en Mar del Plata y Necochea”.

“Ellos son los que abarcan perfiles de jugadores de inferiores o algunos que llegan a Primera, y en ese filtro, muchos se quedan. Ahí tratamos de mirar a futbolistas con capacidad, que quizás no tuvieron la suerte o no eran del agrado del entrenador de ese momento, y cuentan con un proceso de unos 7 u 8 años de inferiores, viviendo mucho tiempo lejos de sus familias”, relató el jugador recordando su pasado por la pensión de la Comisión de Actividades Infantiles.

Es allí donde la agencia brinda el apoyo necesario, “antes de que se vuelvan a sus casas o quieran seguir con otra carrera y se pierdan en el deporte. Desde nuestro criterio, tratamos de encontrarles alguna nueva oportunidad, tanto en Argentina como en Europa”.

En lo que se basa el reclutamiento de talentos, Rolle profundizó: “apuntamos a los jóvenes, con una base a partir de los 15 años. Previo a eso, el niño tiene que estar con su familia, dedicarse a la escuela y luego se irá decantando solo si tiene condiciones o no para el fútbol. Nosotros no queremos interrumpir ese crecimiento normal que tienen que tener todos los niños”.

Asimismo, la empresa se enfoca “en los lugares que no están tan vistos” o difundimos desde lo futbolístico. Desde su parte, el rosarino comentó que “en la Patagonia hay dos equipos que trabajan muy bien las divisiones inferiores: la CAI de Comodoro y J.J. Moreno de Puerto Madryn. Para mí, esos son los dos equipos modelos en cuanto a formación de jugadores y en los que miramos y tenemos conocimientos”.

A su vez, resaltó que “en Guillermo Brown de Madryn, hace poco implementaron un nuevo trabajo en inferiores a cargo de Javier Bodas. Estuve en contacto con él y es un proceso que se está arrancando, que va a dar sus frutos de acá a dos o tres años”.

Desde su formación en el club portuario, el jugador subrayó su gran relación con Brown, “sobre todo con Mariano Eliceche. Ellos apuntan mucho al filtro de jugadores que no llegan a Primera, que necesitan una segunda oportunidad, y de allí los captan. Desde nuestra parte, estamos para lo que ellos necesiten. Lo mismo con convenios con otros clubes, para que Brown pueda crecer desde ese lado y nosotros le demos una plataforma de competición, que en su momento lo tuvo la CAI en la B Nacional”.

“Esto sirve para que la vidriera y el salto a Europa sea mayor y no tengan que venir los jugadores directamente a pelearla desde abajo. La premisa de Panda Sports es ayudar al crecimiento del jugador, eso es lo fundamental. Siempre trabajando con honestidad y transparencia, sabiendo que el protagonista es el jugador. Por ese motivo, el rédito económico es para ellos y luego para la empresa”, agregó.

En el trabajo fino de la búsqueda de talentos “intentamos conocer la situación del jugador, hablar con él y de ahí vamos detectando a la persona. Para nosotros es muy importante saber si tiene capacidad de adaptación, humildad u otros gestos dentro de la cancha que remarcan la personalidad. Si es una persona fastidiosa o positiva, que se equivoca y sigue. Muchos detalles que hablando y mirando, tratamos de tener en cuenta para saber con quién vamos a trabajar. Esto se trata de un conjunto, la suma de la persona y el jugador. Por eso buscamos que haya un equilibrio desde ese lado”, sostuvo Rolle.

A la par, siguen de reojo “en la búsqueda de distintos clubes, pero sobre todo llevándoles entornos positivos a los jugadores. Y pensando a mediano o largo plazo que el objetivo sea seguir creciendo y ayudándolos desde la empresa, dándoles herramientas para su desarrollo”, sentenció.