El arquero de Independiente luce un llamativo tatuaje en la cabeza. El drama de por qué se lo hizo en esta nota.

En pocos partidos se convirtió en el jugador más determinante de Independiente. Fue la figura estelar en la clasificación lograda este jueves en la Copa Sudamericana ante Atlético Tucumán y también brilló en el debut del torneo local frente a Central Córdoba de Santiago del Estero.

Sebastián Sosa luce una pelada llamativa, con un tatuaje que no pasa inadvertido para los hinchas del Rojo. En una entrevista con TyC Sports, el uruguayo de 34 años reveló: “Tuve COVID en julio y a finales de agosto se me empezó a caer el pelo demasiado. Una caída muy abrupta. Era deshinchar y quedarme con los mechones en la mano. Y de todo el cuerpo, no solo de la cabeza. Las cejas, pestañas, todo. Después, averiguando, supe que era una secuela del COVID”.

El ex Boca, Vélez y Rosario Central demostró condiciones y personalidad a lo largo de su carrera. Y siguió narrando las razones del tatuaje. “Me quedaban algunos pocos pelos parados nomás, los de la crestita ya no estaban. Entonces decidí rapar. Siempre dije que que me quería hacer un tatuaje y como me gusta el tema de los leones, le dije a mi señora que me iba a hacer uno atrás. ‘Y bueno, dale, si querés y te bancás el dolor...’, me dijo ella. Así es la historia de este look pelado y el tatuaje que me hice”, detalló.

En las redes sociales hubo cientos de comentarios por el peinado del arquero de Independiente, al que asemejan con el personaje de la saga de videojuegos Hitman. Respecto al tatuaje, el uno del Rojo aseguró que no sufrió con las agujas en esa zona: “Le pregunté al tatuador si ya había empezado y ese era todo el dolor que iba a sentir y me dijo que sí. No me dolió tanto pero fueron como 6 ó 7 horas”.