El hombre se "plantó" ante Nicolás Otamendi y Marcos Acuña, quienes forcejearon para impedir que se dirija hacia los tres titulares que juegan en el fútbol de Inglaterra.

Se trataría de un policía federal que formaba parte de la comitiva sanitaria, que fue hasta el hotel argentino -primero- y luego al estadio para ubicar a los cuatro futbolistas argentinos.

Fuentes allegadas al seleccionado nacional indican que pudieron constatar que estaba armado y llevaba una pistola debajo de su remera azul.

Fue un hecho sin precedentes el que se vivió en San Pablo. En pleno encuentro, la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria fue directamente a buscar a los cuatro jugadores mencionados. Después de estos hechos, la delegación albiceleste abandonó el campo de juego y aguardó la decisión de la Conmebol de suspender el cotejo correspondiente a la fecha 6 de las Eliminatorias Sudamericanas.