La propuesta, conducida por la medallista de oro en Río 2016, la regatista Cecilio Carranza Sarioli, tuvo a Sebastián  Vega como invitado estelar en una entrevista donde abordó diferentes temas.

Su historia, luego de contar en una carta vitalizada, que él era gay y donde el club, los compañeros y fanáticos salieron a respaldarlo y acompañarlo en una lucha contra los prejuicios, la discriminación en tiempos que hoy en día suceden.

La relación con sus padres, hermanas, amigos y pares en el mundo del basquet, es otro de los tópicos que recorre Carranza con el nacido en Gualeguaychú.

“Cuando me di cuenta que me gustaban los chicos fue muy duro porque no tenía con quien hablarlo, no había un referente y fue complicado, ya que por un momento estuvo en jaque el continuar jugando basquet”, aseguró.

Estaba muy enojado con el básquet, aún mientras seguía jugando, porque el basquet no me dejaba ser quien yo realmente quería ser”, agregó.

“Es loco que todavía en la cancha se use el insulto de ‘maricón’. Me pasó la otra vez, pero uno sabe que también tiene que aprender a vivir con eso”, admitió.

Vega contó lo que sufrió con una de sus relaciones, donde estuvo casi 7 años sin poder contar que tenía su pareja.  “Era cómo vivir en la clandestinidad y la pasaba muy mal”, afirmó.

La familia, ese sostén fundamental

“A mi me ayudo mucho mi familia y eso lo digo siempre. Cuando yo todavía no se lo había contado a mi mamá, un día le dije que la estaba pasando mal, entonces ella me dijo hijo dejá. Sin saber que yo era gay. Me agregó que no importaba porque se estaba llevando mi salud”, recordó.

La liberación y los cambios

Hace unos días hablaba con mi compañero de habitación. Y creo que fue la primera vez que me emocione frente a un compañero y le decía que mi papá había invitado a mi novio a casa. Me emocione mucho”, contó.

“Iba a mi casa un ratito y se iba, sin quedarse a dormir. Y que hoy lo pueda hacer o que me pregunte cómo está Fede y es un montón. Porque de vivir en la clandestinidad total donde era un NN y es horrible. Hoy son pequeños pasos que celebro pero minuciosos”, reconoció.

El hoy

Ir por la calle y decirle que me dé la mano, aunque no me gusta porque soy alto. Y animarme a caminar de la mano a los 33 años por la calle con mi novio o darle un beso en la calle o que me vaya a ver a un partido y estar reunido con compañeros y sus novias o esposas y sin aclarar, solo diciéndole Fede.  Estoy viviendo momentos muy emocionantes porque lo importante es que seamos felices como elijamos”, fijo emocionado.

“Hoy es todo disfrute. Porque disfruto ir a entrenar por la mañana, la paso bien. No tengo fantasmas que antes si tenía en mi cabeza y desde ahí en ese lugar se me nota bien”, agregó.

La persona y el basquet en Comodoro

“Hasta yo me veo con más seguridad, alegre, divertido y yo mismo me di cuenta que era serio”, contó.

“Yo tenía dos sueños muy grandes en mi vida, algo que le cuento a mi psicóloga. Uno era poder ser profesional y jugar basquet y el otro era poder decir que era gay en esta situación”, reconoció.

El sueño del Verde Campeón

“Entonces el disfrute que tengo en el día a día es inexplicable. Me gustaría volver a salir campeón de esta forma, libre. Y lo re veo con Comodoro, porque tenemos mucho potencial y estamos trabajando mucho, pero que depende de nosotros y no hay secretos”, afirmó del equipo que dirige Martín Villagrán.

“Me permití disfrutar cosas que antes no me permitía”, cerró.

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