Walter "Curly" Castro se formó en Chenque Rugby Club  y actualmente es miembro del sttaf técnico del plantel superior. Por esas cosas lindas de la vida y el destino, cuando terminó la secundaria viajó a Buenos Aires y trabajó durante siete años junto a la URBA y la UAR. Esta es su historia.

"Curly" Castro está ligado al club de El Trébol desde sus 12 años. En 1995 la Unión Argentina de Rugby había designado a Comodoro sede del cuadrangular final del Argentino de Selecciones, del que participaban: Córdoba, Tucumán, Rosario y Buenos Aires. A la ciudad arribaron gran parte del  seleccionado nacional de aquel tiempo  y entre ellos el ídolo de Walter,  Rolando "Yankee" Martín.

La verborragia de aquel adolescente logró una reciprocidad que se convirtió en  una amistad que dura hasta hoy y le abrió puertas en el mundo de la ovalada que no habría imaginado ni en sus mejores sueños.

"Al ´Yankee´ lo conozco en el Estadio Municipal en el año 1995. Estaban casi todos Los Pumas que habían jugado la RWC de Sudáfrica 1995. Para mí era un sueño poder conocer a mi ídolo y tuve la suerte de estar ahí en el Estadio trabajando con mi amigo Andres Laraya, ya que la Unión de Rugby Austral organizó este evento con la ayuda de Chenque Rugby", admitió a Pasta de Campeón.

Aquella mañana cuando "Curly" vio al tercera línea de Los Pumas, le gritó que era su ídolo y le pidió una foto.  El jugador del SIC (San Isidro Club) accedió  y entre charlas, lo terminó invitando al hotel donde estaba concentrando el seleccionado de Buenos Aires.

"Desde ese día comenzó una gran amistad y  siempre estuvimos en contacto,  hasta el día de hoy. En el año 1996 me invitó a ver a Los Pumas versus Sudáfrica. Me fui a Buenos Aires  solo y me quedé en el hotel donde ellos estaban concentrando. Ahí  conocí a todos. Los entrenadores en ese momento eran Pipo Méndez y Tito Fernando.  En una charla, Pipo me dice que vaya  a trabajar con ellos y  cuando volví de ese viaje tome la decisión de ir", añadió.

Cuando llegoó, Tomas Watson, ayudante de campo de todos los seleccionados UAR,  le dijo a “Curly” que en la URBA estaban necesitando un ayudante de campo y lo recomendó. Ahí habló con Enrique Salas (Secretario de Selección) y le dijo que tenía experiencia en el puesto. Algo que no era verdad pero que solventó con dedicación y profesionalismo. Viajaba de La Plata a Capital Federal todos los días.

"Lo iba ayudar a Tomy  (Watson) en las concentraciones y los Test.  Pasamos muchas alegrías y también tristezas. En mi primer año con Buenos Aires salimos subcampeones Argentinos  y después le ganamos a Inglaterra.  De ahí en adelante no paró de ganar Campeonatos Argentinos en mayores y juveniles. También partidos internacionales importantes como a Francia, Gales, Crusaders Development, Warathas, Sudáfrica A,  España.  Fue una etapa hermosa donde labure con maestros del rugby  y con un grupo de jugadores que cambió el rumbo del rugby argentino", explicó.

La "aventura"  duro desde principios del año 1997 hasta finales del 2004.  Campeonatos Argentinos, Test Matches, Mundial de Seven, son algunos de los episodios que Castro pudo vivir tanto con "Las Aguilas" como con los seleccionados nacionales.

"A fines del año 2004 decido pegar la vuelta por cuestiones personales. Un dirigente de la URBA (Ricardo Lamastra) me dijo que iba a seguir ligado a ellos  y me ayudó a ingresar a lo que era en su momento PRIDE Internacional (San Antonio).  Estuve 5 años duros en el campo y después pasé al departamento de Recursos Humanos donde sigo al día de la fecha", admitió.

Igualmente eso tan solo fue una despedida. Las amistades del rugby se conservan y pudo aprovechar un viaje con su familia por Europa hace unos años para visitar a muchos que se encontraban jugando en el viejo continente como Patricio Albacete o Federico Martín Aramburu. Además, le dio la posibilidad de cumplirle el sueño a su hijo y que también pueda conocer él a su ídolo, Agustín Creevy.  A su vez, cuando Argentina XV vino a jugar la última fecha del Américas Rugby Championship en el 2017 fue el ayudante de campo del seleccionado nacional.

"Un día me llaman con un número de Buenos Aires  y me dicen ´pone unos refrescos a la heladera que te vemos en 2 días´ (risas). Era Nacho Fernandez Lobbe con Felipe Contepomi y Jorge Ruarte. Una alegría inmensa. Me reencontré con muchos amigos que también vinieron. Fue increíble. Una felicidad de  tenerlos en casa,  que conozcan a mi familia y que mi hijo haya compartido con el equipo todos esos días. En ese momento era dirigente de la URA y Dani Albarracin con Claudio Legorburu se portaron muy bien conmigo y me dieron el visto bueno  para poder estar con Argentina XV", recordó.

Actualmente Walter es miembro del staff técnico del plantel superior de Chenque Rugby Club y un colaborador en lo que preside la institución o la URA.  Extraña aquellos momentos vividos pero creé que fue la mejor decisión que tuvo la de volver.

"Me queda la amistad y el cariño  que recibo de todos y toda la experiencia vivida. Siempre digo que tuve suerte. Siempre sentí al irme de mi ciudad la obligación de representar a mi familia y a mi club. Hay que darles bola a los padres. Valorar la educación y ser buenas personas. Las puertas se abren solas. Hoy tengo  la obligación de educar personas de bien más allá de un resultado" finalizó Curly.

Por último, no quiso dejar de agradecer a “mi familia, a todo Chenque que fue donde me inicié y sigo, a la URBA, UAR y no quiero dejar de nombrar a Osvaldo Sánchez y Cesar García Barilari, que sin sus consejos yo no hubiera tomada la decisión de irme. A ´Lalo´ Galán y Enrique Salas que me trataban como un hijo cuando vivía en Bs As. Por ahí me voy a olvidar de alguno pero soy un eterno agradecido a todos”, finalizó.