El primera línea del Club Deportivo Portugués está en su tercer año consecutivo trabajando bajo el radar de la Unión Argentina de Rugby. Fue campeón del Sudamericano M-18 desarrollado en Paraguay en 2019, quedó fuera de la lista de la  gira de este año de “Los Pumitas” al International Rugby Series llevado a cabo en Sudáfrica y ahora recibió la citación para disputar el Inter Academias del mes de octubre. Entrá y conocé la historia del juvenil rugbier con proyección de selección.

Por Maxi Ignao

La historia de Rodrigo es de superación. De superar en momentos buenos, cosas negativas. De aprender, caer, levantarse e intentar nuevamente. Eso también es gracias al deporte que eligió como suyo. Como todo chico incursionó en otras disciplinas antes. Probó de los 4 a los 12 años con diferentes artes marciales: Taekwon-Do,  Kickboxing, Jiu-Jitsu y Aikido.  Después llegaría el tiempo de conocer su amor: la ovalada.

“A los 13 años llegué al club. Quería hacer  deporte y mis viejos me llevaron.  Me recibieron de gran manera y me dijeron que comience al otro día porque el entrenamiento estaba por finalizar. Volví y nunca más me fui”, comentó Rodri sobre su llagada al “Luso”.

En la actualidad la institución de barrio Industrial cuenta con instalaciones envidiables que hacen que todos los días se respire vida de club, con los diferentes espacios llenos desde la tarde hasta la noche. Sin embargo, para llegar a esto también  hubo que sobrepasar otras realidades que el pilar de “Portu” recuerda como si fuera ayer, y contó: “entrenábamos  donde está la cancha de hockey. Subíamos y bajábamos con ruedas. No había gimnasio y nos arreglábamos  con pocas cosas.  Me acuerdo los entrenamientos con lluvia. Llegábamos a casa con 5 kilos de barro (risas)“.

Sin dudas estas pequeñas cosas van forjando a la persona detrás del jugador. Correa poco a poco se fue encariñando con la guinda y destacándose sobre el resto. A sus 16 años llegaría la primera convocatoria para formar parte del seleccionado Austral y de ahí el salto.

Sobre aquel momento, recordó: “después del torneo con la selección Austral me citaron en el club Hindú a las concentraciones. Me sentía nervioso, la sensación de estar solo contra todos. Habían 7 de cuyo, 3 de santafesina, y así. Eran grupos cerrados”.

“En la primera concentración formé como pilar derecho y me dijeron que para la próxima debía hacerlo de izquierdo. Volví y comencé a trabajarlo. Hoy soy pilar izquierdo”, agregó.

Luego, llegaría una oportunidad única. Una de esas posibilidades que pocos pueden disfrutar, que es vestir la celesta y blanca. Fue en el sudamericano M-18 que se llevó a cabo en Paraguay en 2019 y donde Argentina se consagró campeón con él en el XV titular en la final. Cabe destacar, que el jugador de Deportivo Portugués era un año, o año y medio más chico que muchos de sus compañeros.  Aquella experiencia que imaginamos feliz y alegre, no  fue tal. El hizo la procesión por dentro y se retroalimentó de esas cosas que el dinero no puede comprar.

“Fue difícil el torneo para mi  porque me fui  con una expectativa de algo que no era tan así. Estaba muy solo, no me afiancé al grupo. Me pude desenvolver bastante bien y mi motor fue que me estaba viendo el club y mi familia. Recuerdo que me mandaron una foto de mis amigos en el club viendo los partidos en un teléfono. Cuando se pusieron las cosas medias chivas eso me dio un plus”, rememoró.

Rodri continúo siendo citado en siguientes oportunidades y este año recibió un golpe duro al quedar fuera del International Rugby Series que “Los Pumitas” jugaron en Sudáfrica. Eso lo desmotivo pero tuvo que dar vuelta rápidamente la página porque venían cosas importantes.  Hace unos días  ha sido convocado nuevamente para formar parte de una actividad de la Unión Argentina de Rugby. En esta oportunidad será  el Torneo Inter Academias, que se llevará a cabo del 4 al 7 de octubre en Alta Gracia, Córdoba.

“En la concentración previa a la  gira que no fui a Sudáfrica me destaqué y sentí que era mi oportunidad para dar el paso siguiente. No me supieron explicar bien por qué no iba. Sé que aún tenía un año menos que mis compañeros, pero me bajoneó. La nueva citación me llegó por sorpresa. Lo tomó como un premio consuelo de lo que pasó  en la concentración anterior.  Me genera satisfacción que mi rendimiento fue bueno y que por eso me hayan vuelta a llamar”, recalcó.

La vuelta a la actividad en Comodoro post restricciones por pandemia lo encontraron con la oportunidad de poder cumplir otro gran sueño de él: debutar en la primera del club que lo formó.

“Sabía que iba a jugar en primera antes de irme. Era mi gran anhelo. Quería jugar en la primera de Portu, que es el club que me dio la oportunidad de ser lo que soy. Me recibieron de una manera excelente y me dieron herramientas para crecer y buscaba devolver lo que hicieron por mí”, enfatizó.

Ahora, ya con 18 años, el jugador del “Lusitano” proyecta a futuro no solo lo deportivo sino el estudio. El año que viene se irá a vivir  a Rosario donde continuará con el rugby y estudiará en la universidad. Antes, aún grandes desafíos con su querido Portugués porque se viene la final del torneo oficial local y luego la oportunidad de jugar el Austral. Sobre este nuevo proceso, afirmó: “ahora quiero que me vaya bien en el estudio. Busco madurar en todos los aspectos. Mi objetivo está puesto ahí. Es probable que siga kinesiología”.

Por último, Rodrigo aprovechó y agradeció: “a la familia, primero que nada. Mi mamá y mi papá, abuelos y  tíos, que me bancaron del momento que nos sabía cómo pasar la pelota. Al club, a la gente de “Portu” y a mis amigos que están cuando uno está mal y cumplen el papel de motivarte y ayudarte para que no aflojes”.