El Tour 5 de vóley se fue de Comodoro y Waiwen coronó un momento histórico ante su gente
Seis años de trabajo, sueños y empuje con laburo genuino fueron los que este lunes, en el día siguiente de la fiesta vivida en el Socios Fundadores durante cuatro jornadas, se gestaron. Un hecho inolvidable que quedará marcado en la memoria de quienes siguen la actividad deportiva y de aquellos que se engancharon y seguirán a los embajadores del deporte de la ciudad en Argentina.
Waiwen Vóley nació de una locura de un grupo de personas por contar con un club y soñar con un equipo para llevarlo fuera de la ciudad. Con seis años de vida, en cuatro días, sucedieron situaciones, acciones y resultados que le dieron el último empujón a una institución que busca hacerse camino.
Organización, planificación, bases de trabajo y un equipo que no entra a la cancha, pero que es tan valioso como los jugadores y staff técnico, eso es lo que construyó Waiwen Vóley para que luego del punto final ante Vélez y el festejo de un explotado Socios Fundadores deje en evidencia que la ciudad -en su forma- tiene una bandera más y que ya la levantan. Pues el equipo, por otro lado, la lleva en lo alto de norte a sur de la Argentina.
Además de Gimnasia y Esgrima de Comodoro, que, con buenas y malas temporadas, como embajador del deporte de la ciudad en el país, muy despacio y con mucho por caminar Waiwen intenta seguir ese camino. Diferentes deportes, más de 25 años de diferencia en las canchas de todo el país son con las que cuenta el “Verde” y donde ahora apareció un proyecto nuevo al cual la ciudad no le dio la espalda.
Con el apoyo de la gestión municipal y del sector privado, la institución deportiva levantó cosecha en enero, luego de tanto tiempo de trabajo. Porque no sólo es abrir un gimnasio y llenarlo de gente, sino que hay una labor silenciosa que entre diferentes aristas se unieron y coronaron con un Tour 5 de la ACLAV en Comodoro Rivadavia que dio un espectáculo inolvidable.
Párrafo aparte para Lisandro Luppo que en rodeo ajeno supo sobreponerse a obstáculos, inclusos locales, aunque nada le impidió con él y la familia del club comodorense ir por más. El hoy entrenador supo gestionar y hacerle creer a la gente y a los chicos, que a 2 mil kilómetros de Buenos Aires se podía.
Un staff técnico local, capacitados, hijos del deporte de base de la ciudad es una valiosa parte de esta carta de presentación comodorense en la Argentina, al que ven llegar a cada uno de los estadios y sienten que desde la Patagonia esto que comenzó como apuesta y se convirtió en realidad, sueña con mantenerse en el tiempo y no como un simple apoyo de moda.
La conformación de un plantel joven, que va creciendo de la mano de la primera experiencia del club en Liga Argentina de Voleibol, y el nivel alcanzado por muchas de esas piezas con seguridad en las próximas temporadas cambien de equipo. El equipo mostró su valía y Waiwen será un trampolín.
Si hasta la leyenda del vóley argentina, Luciano De Cecco -desde Italia- manifestó por qué los pibes de Waiwen son seguidos por él y se hizo simpatizante en la LVA. El ADN, el sacrifico y la lucha, algo que los sureños gozan como marca registrada y eso se palpa, se siente y también se contagia puertas adentro.
Hace seis años nacía una organización humilde en la que le dio lugar a todos y se nutrió de comodorenses como Antonio “Tony” Alanís, un emblema de este deporte para Comodoro y que dejó su impronta. El mismo se sumó a un equipo en 2022 para la Liga Federal en La Rioja, donde el debut fue ante Municipalidad de Tunuyán, eso también es Waiwen,
Siempre sumaron, nunca restaron y al equipo que llegaba del sur, con miles de kilómetros encima, sea por tierra o por aire donde muchos no apostaban, tenían algo que era mucho más fuerte y eso es el hambre: con la que juegan y con aquella que traspasan la pantalla a los seguidores.
Así se logró meter en la élite del vóley nacional y de a poco va transitándolo, con estoicismo y trabajo a conciencia, donde cada uno sabe cuál es su función y con un crecimiento para muchos jugadores que ya forman parte de los seleccionados argentinos.
Porque ya observan de reojo a tres o cuatro a piezas de Waiwen Vóley, Ya comienza a hacer ruido el club, como el viento del sur, ese que tiene a Comodoro como referencia.
Fueron cuatro días a puro vóley, donde Comodoro se encontró con el equipo que desde hace seis años los representa en el país y al que le dijeron “acá estamos y los vamos a apoyar”. Porque siempre la gente de la ciudad que se hace sentir y vaya si en los tres encuentros lo demostró, incluso con público que se quedó fuera de los partidos, todo por un equipo como en las gloriosas noches del Socios Fundadores para Gimnasia. En poco tiempo Waiwen generó eso y en su primera incursión como local lo llevó a cabo, algo para la historia del deporte de la ciudad.
Esta temporada no hay descenso en la Liga Argentina de Voleibol, pero Waiwen no mira la zona baja, sino en seguir caminando por la máxima categoría del vóley argentino, con sueños, deseos y también con jugadores locales que querrán llegar a cumplir su sueño, como el de un equipo.
Dos abrazos de Lisandro Luppo con el comodorense, Gastón Rojas su primer asistente, fue el desahogo y el festejo con el que cada persona presente en él Socios Fundadores hizo arder sus palmas con los aplausos.
Hasta las delegaciones mostraron su felicidad de haber pasado por la ciudad y sintieron lo amante del deporte que es su gente y cómo los apoyaron con las peñas de fútbol, instituciones del vóley local y hasta particulares que llegaron de otras latitudes.
Porque ya terminó el Tour 5 en Comodoro y llegará el 6 en Monteros, pero la ciudad, la provincia y todos los que pudieron disfrutar de Waiwen vóley saben que un equipo los representa en Argentina.
Aunque haber ganado en su casa y ante su gente –por primera vez en su corta historia- es el comienzo de un camino algo inolvidable, porque ojalá, sea una larga película para el deporte de Comodoro Rivadavia y que este siga dando miles de alegrías como la vivida.