El delantero chubutense renovó contrato con US Vibonese y se prepara para jugar su cuarta temporada en Italia. Bubas dialogó con Pasta de Campeón y se mostró feliz por su presente. Adelantó que no tiene en la cabeza irse de ese país y aseguró que ahora su juego tiene algo distinto: “Estoy más tranquilo, con más experiencia”.

Ante cada pregunta surge un concepto similar: la familia. Nicolás Bubas, el ex delantero que jugó con la CAI en la B Nacional, tiene los pies sobre la tierra y vive un buen presente en Italia, donde la última semana renovó contrato con US Vibonese, el club que defiende por cuarta temporada.

Desde esas lejanas tierras Bubas dialogó con Pasta de Campeón y respondió qué es lo que lo motivó a renovar su vínculo. “Encontré un club muy ordenado, chiquito porque no es uno de los clubes grandes, pero hay gente que trabaja bien, cumple con todo lo que te ofrece y no te hace faltar nada”.

Nicolás, quien nació en Esquel y de chico se vino a la pensión de la CAI, asegura que una de las cosas que más lo sedujo de su nuevo club fue la ciudad, Vibo Valentia, en Calabria. “Es chiquita, muy parecida a Esquel, el lugar donde nací, es tranquilísima. El club no tiene muchos hinchas, pero viene la misma cantidad de gente a la cancha, la verdad nos sentimos muy sentimos cómodos como familia”, reconoció.

EL DESAFIO DE ADAPTARSE

El delantero confiesa que cuando llegaron a Italia ninguno de los tres hablaba el idioma. Él llegó primero y al mes se fue su señora con su primer hijo. En la adaptación fueron fundamentales sus compañeros que lo ayudaron a aprender italiano.

Su esposa y su hijo en cambio tomaron clases, algo importante para el más pequeño que unos meses después, en septiembre por el calendario italiano, comenzó la Primaria.

"Acá está el calendario al revés. Mi nene que empezaba junior en marzo en septiembre arrancó la Primaria y por suerte se adaptó bien, anduvo re bien y contento. Eso ya tiró quedarse acá porque cambiar de nuevo era complicado para él”, admitió.

Pasaron varios años de su llegada al club y Nicolás tiene bien claro que quieren los bubas. A eso se suma que en la tercera división del fútbol italiano, a la cual ascendió su equipo luego de un descenso, juegan “equipos grandes como Catania, Regina y el Bari”.

Frente a esos rivales Nicolás admite que el objetivo de su club es salvarse. “Este torneo va a ser muy difícil. El año pasado nos salvamos siete fechas antes y casi que entramos en playoff para ascender. A mi me quieren mucho, como también quieren al resto del grupo", aseguró ante la consulta.

Respecto a su presente como jugador, Nicolás aseguró que no cambió mucho. “Puede ser que este más tranquilo para jugar, a la hora de definir. Antes sufría mucho, más que nada en la CAI porque fue un club que me dio mucho y yo no le pude dar nada, y cada vez que jugaba ahí quería hacer las cosas bien y por ahí eso me llevaba a estar nervioso. Ahora estoy más tranquilo, con más experiencia. Pero yo soy lo que soy gracias a la CAI, a Doria, a Fabián Salazar, al Gato Montesino y Mario Qmado que me cambiaron mucho. La CAI me formó como jugador y como persona”, reconoció.

Consultado sobre lo más difícil de vivir tan lejos Nicolás asegura que es la distancia con la familia. Sin embargo, reconoce que lo demás es lindo. “Es un país muy ordenado, una ciudad tranquila, tenemos todo cerca; En veranos vamos al mar y en invierno al shopping. Estamos muy cómodos así que la idea es quedarnos acá más que nada por nuestros nenes. Pero vamos a ir viendo cómo se dan las cosas, porque en el fútbol un día estas acá y en seis meses te puede cambiar todo”, sentenció.