Pablo “Quique” Ruiz transita su quinta temporada en la MLS de los Estados Unidos junto al Real Sal Lake del estadio de Utah y hoy vive un gran presente desde lo deportivo y futbolístico.

El RSL se encuentra en zona de playoffs y Ruiz, se convirtió en caudillo del mediocampo del equipo que dirige una gloria del fútbol americano, de padres argentinos, como lo es Pablo Mastroeni y además lleva 1 gol, que se lo anotó al clásico, Colorado Rapids.

“Ya nos estamos preparando para este finde, sabemos que va a ser un partido muy difícil. Venimos teniendo buenos partidos, sabemos que falta mucho, como 23 partidos, y quiere decir que esto no está terminado”, indicó el mediocampista en referencia a que visitarán al Nashville.

“Es un año que comenzó muy bien. Tenemos un nuevo dueño, que jugó en la NBA y además con gente que son parte de Utah Jazz. Así que contento, manteniéndonos en nuestra línea. Empezamos una temporada brillante, nos preparamos bien. Sabemos que cuando empieza la temporada cambiamos el chip, así que creo que hemos tenido un gran arranque”, resumió sobre el comienzo del torneo.

El Real Salt Lake marcha tercero en la Conferencia Oeste, con 16 puntos, posición que comparte junto al LA Galaxy y Dalla FC.

La relación con el grupo le da sustento al Real, con un entrenador que confía en un jugador como Ruiz donde a nivel táctico le da libertad en su juego.

“Por suerte él me da confianza y la posibilidad de estar entre los titulares. Este año me tocó jugar con un compañero nuevo, Scott, pero el equipo se mantiene de la misma manera que la pasada temporada. Además, tenemos el mismo objetivo y las mismas ganas de jugar una final. El comienzo que tuvimos fue bastante bueno y esperamos seguir en este nivel”, reconoció.

Ruiz fue titular en todos los encuentros del conjunto del estado de Utah, pero no se esconde y remarca que al principio fue costoso. “Lo tomo con tranquilidad, pero también tuve un periodo de adaptación, pero después en 2020 tuve la posibilidad de mostrarme un poco más y ahora el equipo me toma como referente para los más chicos que van sumando algunos partidos y yo trato de ayudar en ese sentido”, insistió.

Ruiz, imagen de marca

El comodorense que jugó en San Luis de Chile, San Lorenzo y que también pasó por el fútbol de Austria hoy goza de un buen presente y la marca CVY, con base en Los Angeles, California, lo tiene como cara visible de una indumentaria que es trabajada por emprendedores.

“A medida que van pasando los años en las redes sociales hay muchos contactos y esta marca me escribió para poder promocionar su ropa. Para mí es un honor poder exhibirla”, indicó.

“En esto no es todo fútbol porque yo siempre digo que uno antes de jugador es persona y muestra lo que hace en redes sociales. Esta vez me tocó mostrar un poco está marca. Es bueno aportar y ayudar para los emprendimientos”, agregó.

La muerte de su papá “Palito” Ruiz

“Es difícil es un momento difícil donde uno no quiere escuchar estas noticias. La verdad que al principio fue doloroso, porque justo salía de un partido. Llegué a casa tarde porque fue un partido de noche y en el momento que me entero entró en desesperación, pero el apoyo de mi mujer, el club que estuvo a disposición mía y de mi familia”, dijo el comodorense.

“Nos llamamos continuamente yo tratando de consolar a mi mamá, porque ahora se queda ella”, agregó.

“Quique” recuerda la última charla que tuvo con su papá donde consejos y un mensaje de “ir siempre para adelante” quedará marcado por siempre.

“La última charla con mi papá me refería a eso, donde no importa las circunstancias, que yo siguiera, que me divirtiera dentro de la cancha y que él estaría más que orgulloso. Así que al otro día me fui a entrenar feliz porque estaba haciendo lo que me gusta, destrozado. Pero obviamente queda el sabor amargo de no poder darle el último abrazo, pero sigo por él, por mi familia en general”, insistió.

El mediocampista de 23 años se quedó con la espina de no contar con la chance de que su padre pueda verlo en vivio en una cancha, ya en el profesionalismo y trata de entender por qué la vida y el destino lo quisieron de esa manera.

Pablo Ruiz y su padre
Pablo Ruiz y su padre

“Él no llegó a verme profesionalmente. Siempre quise que él presenciara y sintiera las sensaciones que yo siento en un campo de juego, pero entiendo que la vida es así. En ese momento trate de hacerme fuerte porque sé que en cada paso que yo dé, él va a estar conmigo. Es difícil, porque tengo 23 años y es costoso, pero sigo y voy a continuar luchando por mis sueños, porque él siempre quiso que sea jugador de fútbol”, admitió.

Su experiencia en el juego, con la Major League Soccer, lo tienen como a un jugador ya conocido en el medio y es así como a veces tiene sus charlas en un partido, algo que los réferis les remarcan sobre una cuestión que el propio Ruiz remarca, que “es la de ser enojón”.

“Soy una persona muy autocrítica que siempre está continuamente mirando los videos y ver que hace mal. Por ahí lo que tengo desde chico es que soy muy enojón, pasa algo y defiendo a mis compañeros, me cobran una falta y me enojo con el árbitro. Eso tengo que cambiarlo. Después a veces no estoy tan certero con los pases y trato de mejorar eso”, contó.

La charla completa entre Quique Ruiz y PDC