Colombia vive una situación crítica a nivel social, habiendo protestas populares de manera constante en las calles y teniendo como respuesta represión policial. Para la Conmebol eso no fue motivo suficiente para mover los partidos de sede.

Ayer, tanto River como Nacional de Uruguay debieron viajar a un país que no le podía ofrecer garantías de seguridad y ambos la pasaron muy mal: los de Núñez sufrieron el impacto de un gas lacrimógeno que el viento llevó hasta el estadio, mientras que los del 'Bolso' no los dejaban salir del hotel.

En el segundo caso, muy picante estuvo la previa del duelo justamente ante Atlético Nacional de Medellín, ya que los jugadores locales parecen haberse presentado en el estadio en tiempo y forma pidiendo que les den los puntos por no tener rival. Claro, eso generó un malestar enorme en quienes finalmente pudieron trasladarse a la cancha para que gire el balón.

En pleno sorteo, cuando el árbitro pedía que "dejemos de lado lo que haya sucedido", fue Gonzalo Bergessio, capitán de su equipo, quien levantó la voz y le habló de frente a su colega: "Necesitamos más empatía por parte de ellos, dejame hablar, por qué no voy a hablar. Somos todos compañeros, todos jugadores de fútbol", soltó.