“Ese equipo tuvo sentido de pertenencia y una inconsciencia tremenda”, un referente de la Nueva y el ascenso de hace más de 20 años
Recio zaguero, fue parte de diferentes planteles en el fútbol de Comodoro y desmenuzó qué tenía ese plantel que logró subir a la “A”. Tras la repercusión de la historia del domingo, con un grupo de chicos inolvidables para el ideario del club y la ciudad, este exjugador también recordó a dos muchachos que murieron y siguen en el recuerdo del equipo.
Son exactamente 23 años casi de aquella proeza para un grupo de jóvenes que dieron que hablar y que fueron tapa y parte de los suplementos deportivos de la ciudad con los rostros de adolescentes y algunos más veteranos. Un DT como Armando Tula, pero mucha historia en ese plantel.
El duelo definitorio de la Liguilla de la “B” con Nueva Generación ante Florentino Ameghino fue el choque que definió al segundo ascenso, en una épica definición por penales, donde los chicos de Armado Tula alcanzaron el primer ascenso de su historia.
Andrés Fernando dialogó con PDC y manifestó cómo se gestó ese equipo que luchó para lograr el objetivo y hoy ya padre y jugando en veteranos mantiene vivo el recuerdo de un equipo como el de los “Tula Boys” como marcaban en aquella época de la epopeya en la Liga de Fútbol de Comodoro Rivadavia a la Primera “A”.
La frase que resuena es “inconciencia” y “pertenencia” para el entonces defensor del equipo del barrio Abel Amaya.
Fernando sin esconder nada lo resume: “la clave de este equipo es que teníamos un sentido de pertenencia enorme y una inconciencia importante”.
EL COMIENZO DE UN LEGADO ETERNO
“Muchos de los chicos que jugamos en esa final éramos pibes de 17 años, ese es el promedio de la mayoría, y éramos jóvenes que veníamos de la escuelita de fútbol, que nos conocíamos de toda la vida. A los seis o siete años ya estábamos jugando y permanecimos jugando juntos y muchos de esos jugadores -la mayoría tentado para formar parte de las inferiores de la CAI- y la realidad es que la mayoría, todos, tuvimos un sentido de pertenencia”, indicó.
“Siempre priorizamos el jugar y competir con nuestros amigos y sabiendo que podíamos escribir nuestra propia historia, y bueno, llegamos a la realidad que teníamos un equipo de jóvenes, muy chicos, que teníamos una inconsciencia importante y también la realidad es que confiábamos mucho en nuestras condiciones”, agregó.
Jóvenes que transitaban la secundaria y algunos sus primeras “armas” fuera de ella tenía un equipo con piezas importantes desde la experiencia de Erie Sánchez, Francisco González o Néstor “Sanjua” Ruarte.
“Eran muy pocos jugadores de experiencia y el resto éramos chicos de 17 años que venían del riñón del club, de la escuelita de fútbol o incluso antes de la novena. La palabra que nos puede definir era y es el sentido de pertenencia y también la inconsciencia de la juventud”, aseguró.
“En ese entonces no tomamos dimensión de lo que estábamos logrando y tuvimos la suerte también de encontrar resultados de manera bastante temprana. La mayoría de esos chicos que han ascendido recién habían debutado en Primera el año anterior y tuvimos un año de testeo digamos de aclimatarse de las inferiores al nivel de primera”, rememoró el “Gato” que supo vestir la camiseta de Jorge Newbery y hoy lo hace con una banda de amigos en Estrella Blanca.
EL RECUERDO ETERNO DE DOS ANGELES DE LA NUEVA
La charla con Andrés Fernando transita un momento donde parece que todos los detalles de ese momento de su vida ligado a Nueva Generación no hubieran transitado en más de 20 años.
Fernando se toma una pausa y traer a su recuerdo, como el gol de penal del ascenso, trae a la charla a dos ex compañeros que murieron, pero que en cada uno de los muchachos de ese plantel sigue latiendo con su presencia al ponerse la “albinegra”.
“En este equipo que logró el ascenso hay dos personas que no están entre nosotros que uno es Pablo Herrero, “Caco”, y Maximiliano Carrizo, el hermano de Marquitos “El Chori””, contó.
“Son dos chicos que fallecieron y fueron parte del plantel y ultra protagonistas del campeonato. Ellos fueron son y serán chicos que nacieron en el club y hasta el último día de sus vidas han estado vinculados con estos colores. Incluso el hijo de Caco sigue jugando en el club y los Carrizos son sinónimo de Nueva Generación”, cerró el ex zaguero del equipo histórico que pone de manifiesto lo que fue ese equipo, una familia.
NUEVA GENERACIÓN SIEMPRE EQUIPO Y AMIGOS
Fueron 20 años que estos pibes que allá por el nacimiento del nuevo siglo contaban entre 16 y 19 años y 20 años se juntaron para vestir la camiseta de su primer amor.
Un asado fue el puntapié inicial y Erie Sánchez el DT de un equipo que hace un par de años mostró el sentido de pertenencia y el éxito en un campeonato inolvidable, ya como “veteranos”.
Juan Pablo Dodds, Mariano Tula, Andrés Fernando, Cristian Arias, Emanuel Corrales, Cristian Morales, Daniel Franco, "Polo" Winter junto a Marcos y Andrés Carrizo, entre tantos otros se reencontraron en una cancha.
El objetivo fue hacer lo mejor en la categoría Senior B del fútbol de veteranos y vaya si salió bien la apuesta que se juraron en el tablón con un asado de por medio y rememorando lo lindo que deja el deporte: amigos y anécdotas eternas.
Nueva Generación venció a Atlético Rivadavia, en un vibrante 3-2, con goles de Marcos Carrizo, Lucas Granero y Diego Poveda, donde además alcanzaron el ascenso a "A".
Un pitazo final, una descarga al corazón y ya con barba, canas e hijos y familia la vida no era la misma para muchos de ellos, pero sí con un escudo en el pecho: el del Club Infantil Social y Deportivo Nueva Generación.
El grito de "dale campeón" para un equipo donde los Tula algo sembraron en "La Nueva" - sentido de pertenencia y el respeto por el fútbol