En las últimas horas, un ex futbolista con reciente pasado en Boca Juniors cometió un grosero error y lo pagó.

Según trascendió, el jugador habría llevado mujeres a la concentración de su equipo para “motivarse” y desató un escándalo.

Se trata de Óscar Romero, quien se encuentra en el Botafogo de Brasil e incumplió las normas de disciplina con su compañero de habitación, Diego Hernández.

El conflicto estalló justo antes del viaje del plantel a Lima para visitar a Universitario de Perú el jueves por la Copa Libertadores 2024, por lo que ambos sancionados fueron prácticamente bajados del avión en Fortaleza -donde se encontraban tras empatar con el local por el Brasileirao- y obligados a regresar a Río de Janeiro.

En diálogo con el programa paraguayo Fútbol a lo Grande, el paraguayo ensayó un descargo: “Se sacan las cosas de contexto. Mi familia está afectada. Aclaro que el club tomó la decisión, pasaron cosas en una concentración que no deberían suceder. Hay que acatarlo y estar listo para estar a disposición”.

EL COMUNICADO TRAS EL ESCÁNDALO DE OSCAR ROMERO

“El club tomó la decisión que regresara a Río. Hubo un problema de convivencia en la concentración. Se especula mucho con el término indisciplina. Quizás se podía manejar de otra manera el tema, pero hay que acatarlo. A mí me informaron la decisión de volver a Río y quedé sorprendido. Quizás cuando regresen los dirigentes y cuerpo técnico, hablaremos y vamos a resolver”, aseguró.

El comunicado oficial del club habló de "motivos disciplinarios", pero las versiones sobre los detalles no tardaron en correr. Quien tiró la primera piedra fue O Globo, que publicó que tras el encuentro por el torneo local el trato era disfrutar de unas horas libres pero con regreso cronometrado a la concentración para descansar, pasar la noche y desayunar antes del viaje a Lima. Y que ambos fueron descubiertos por miembros del cuerpo técnico en la habitación que compartían junto a dos mujeres.