Eduardo Domínguez quien, sólo unas horas después de haberse consagrado campeón con Colón de la Copa de la Liga Profesional, tuvo un enorme gesto con los chicos del barrio en el que vive en Santa Fe.

La idea fue de Mateo, quien se acercó el sábado a la casa de Domínguez para pedirle si los podía entrenar a él y a otros niños y niñas que quisieron cumplir un gran anhelo.

El DT del Sabalero no es un vecino más y de destaca la humildad y su simpleza, según comentan quienes conviven en la zona.

Marylin, mamá de Mateo, contó los detalles de la historia detrás del gesto de Domínguez: “Mi hijo y sus amigos le golpearon la puerta el sábado, pero no había nadie. Volvieron a ir el domingo y los atendió Eduardo. Le pidieron si los podía entrenar y les dijo que los esperaba en la cancha después de las 16 horas”, sostuvo en Cadena 3.

“Imagínate el revuelo de mi hijo y sus amigos cuando Domínguez les dijo que sí. Tienen entre 6 y 9 años. Pasaron una tarde súper linda con él en la cancha de El Pinar”, agregó.