En un partido intenso y con 21 minutos de adición, Boca venció a Quilmes por 3-2 y clasificó a la semifinal de la Copa Argentina. El encuentro se jugó en Mendoza.

A los cuatro minutos, los de Coyette dieron el primer golpe: Bonetto tomó un balón perdido tras un pelotazo y la clavó en un ángulo para sorprender al poderoso elenco de Ibarra, que reaccionó rápido. A los 6′, tras un balón parado, Medina peinó en el primer palo y por el segundo apareció Pipa Benedetto, quien bajó la pelota y definió de aire: 1-1.

Posteriormente, a los 34′, el debutante Gonzalo Morales dio vuelta el partido para el equipo de Ibarra poniendo las cosas 2 a 1.

En la etapa complementaria, a los 14′, Luca Langoni (recién había ingresado) marcó el 3-1 que parecía liquidar el partido. Sin embargo, Quilmes descontó a los 19′ por intermedio del histórico Mariano Pavone (entró en el segundo tiempo) para poner el 2-3.

Luego del tanto cervecero, el cotejo estuvo parado casi veinte minutos por incidentes generados por hinchas Quilmes que rompieron vallas e intentaron enfrentarse cuerpo a cuerpo con simpatizantes de Boca Juniors. Chocaron con la policía y en la gresca fue agredido el jefe de seguridad del plantel cervecero, Pablo Otero.

Cuando regresó la acción el partido no fue el mismo. Allí, Boca marcó diferencia y terminó redondeando una buena victoria.

Ahora, se medirá ante Patronato de Paraná por las semifinales.