Las lesiones son duras, más cuando se tratan de un futbolista joven y que llega como “refuerzo” a un club que lo buscó para ser protagonista. Nicolás Arrieta dejó atrás aquellos días de reposo y muletas, se recuperó y tuvo su anhelado premio en el clásico que ganó Jorge Newbery ante Huracán por 3 a 0.

El “Piojo”, aquel chico que llegó silbando bajito desde USMA, había sufrido una fractura de tobillo ante Deportivo Sarmiento. En total, solo tres fechas había vestido la camiseta del “Lobo” y por una cuestión de revancha, levantó la cabeza y se enfocó en volver.

En aquella ocasión, había asegurado que “la sacó barata” y solo pensaba en volver. Y lo hizo de la mejor forma: convirtiendo un gol en Jorge Newbery para sentenciar un clásico comodorense.

“Es una alegría enorme, contento por el grupo. Esto es algo que siempre soñé, venía a ver desde chico y ahora que me toca vivirlo de adentro encima convertir, es una satisfacción enorme”, comentó en diálogo con Pasta de Campeón.

Sobre el encuentro ante Huracán, aseguró que la clave estuvo “en hacer el juego nuestro, el de siempre, no meternos en el ritmo del rival que era más lento. Jugamos como nosotros sabemos y por suerte, logramos sacar el partido adelante”.

En cuanto a su regreso al campo de juego, Arrieta sumó minutos ante CAI y Sarmiento. En este sentido, indicó que “estoy contento por volver, entrené mucho para poder estar de vuelta, jugar el clásico y ganarlo es lo mejor”.

Respecto al golazo que marcó, reveló que “me quedó de frente al arco, son momentos donde no pensás en nada, solo definir y se me pudo dar, no como contra Sarmiento que pegó en el travesaño, esta vez si entró”, dijo entre risas.

Por último, mencionó a sus pilares fundamentales. “Mi familia que siempre estuvo y una persona especial, que me había mandado un mensaje y por una razón especial no pudo estar acá, para ellos y para toda la gente va dedicado el gol”.