Juan Gauto es de Perito Moreno, tiene 16 años y entrena con la primera del "Globo", esperando su debut profesional en el fútbol argentino.

Juan Gauto es una de las promesas del Club Atlético Huracán de Parque Patricios. Con 16 años, el joven patagónico entrena con la primera dirigida por el entrenador Israel Damonte y espera por su debut profesional en la Liga Profesional de Argentina.

El futbolista santacruceño convive con Pablo Oro y Rodrigo Cabral en la pensión del "Globo". Las tres promesas de la cantera quemera dialogaron con la prensa oficial de Huracán y contaron cómo es la convivencia, las medidas de seguridad e higiene y el protocolo que deben emplear por la pandemia mundial del coronavirus.

La rutina arranca desde temprano, de forma sincronizada y como un verdadero equipo. Los jóvenes jugadores de manera ordenada van uno a uno al sector de los baños y luego bajan al desayunador. “Yo soy el primero en levantarme, me despierto a las 6 de la mañana y enseguida me voy a duchar. Cuando termino le golpeo la puerta a uno de mis compañeros”, cuenta Juancito Gauto, el más pequeño del trío y del plantel profesional que con 16 años llegó desde Perito Moreno para arribar a Parque Patricios.

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Cada uno duerme en un cuarto diferente y luego de cambiarse, dentro del mismo, bajan al comedor de la pensión donde deben prepararse, ellos mismos, su desayuno. Dentro de las alacenas cada jugador cuenta con sus insumos y si bien el sector es muy amplio, la recomendación del Dr Fernando Locaso es que siempre mantengan la distancia necesaria para no tener un contacto cercano. El nutricionista del plantel, Luciano Spena, supervisa (por video llamadas) la alimentación de cada jugador de las cuatros comidas diarias, trabajando en conjunto con el cheff Diego Ulloa, hoy responsable de la preparación de la infusión de los jugadores.

Luego del desayuno y de lavar sus tazas, cada uno debe tomar sus pertenencias (colchoneta, rodillo de elongación, botines, la bebida de hidratación y el alcohol en gel) y después de despedir al celador que los acompaña en la pensión, los chicos bajan por la Platea Alcorta donde los están esperando para ser trasladados a la Quemita.

En la vuelta y cansados del duro entrenamiento, los juveniles continúan la rutina en su “casa de hospedaje quemera”, como a ellos les gusta decir. Almuerzo, descanso por la tarde y alguna actividad sugerida por el profesor Horacio Ferrer son parte de la rutina diaria de estos tres jóvenes que sueñan con triunfar en el globo. Los horarios para comer y descansar son similares al de la pensión que alberga a todos los chicos de las inferiores, con las mismas reglas y el mismo respeto que implementó su encargada, Gabriela López, con el equipo de trabajo que lleva adelante este proyecto hace más de dos años.

Gauto tiene 16 años, firmó contrato por tres años con Huracán y debutó en la reserva en febrero. Luego, concentró tres veces con la primera división, pero no le tocó entrar. Sus comienzos fueron en el club “Taquito y Rabona” y, tras dos años, pasó a San Lorenzo de Perito Moreno, donde jugaba en cancha de 11. “Mi primera experiencia en Buenos Aires fue a los 10 años en San Lorenzo, me dijeron que no tenían lugar en la pensión. De ahí fui a Boca, me avisaron que me iban a llamar y no lo hicieron nunca. Después Vélez, y de nuevo lo mismo. Hasta que, un año más tarde, Leo Herrera, técnico mío en San Lorenzo de Perito, me dijo que tenía un conocido en Huracán y, si me iba bien, me conseguía un lugar en la pensión”, detalló el atacante.

Mientras las autoridades nacionales evalúan el regreso del fútbol en medio del contexto sanitario a raíz de la pandemia, el santacruceño se prepara para que el director técnico, Israel Damonte, le de la oportunidad del debut soñado.

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