El actual director técnico de Racing de Trelew abrió su corazón y contó el duro momento personal que vive tras su separación. Giordanella explicó que desde hace un año el fútbol es la pieza fundamental para que no caiga en depresión.

“No me molesta en decirlo ni me da vergüenza. Los hombres no tenemos que tener miedo a decir lo que sentimos, a expresar lo que sentimos. Estoy separado, me cuesta horrores. He llorado muchísimas noches, soy el único culpable que me pase esto. Pero nunca pensé estar solo. La entrada en la chacra dice Peumayén. Quiere decir: "Lugar soñado". Ese lugar lo elegimos con mi esposa; dejó de ser soñado”, comentó.

“Hace un año estoy separado. El futbol me ayuda. El futbol evitar una depresión, no la tristeza. La tristeza está y seguirá estando hasta que la página se de vuelta. El fútbol a mí me sigue ayudando a levantarme día a día, al igual que el trabajo. Gracias al fútbol me mantengo vivo. Me cuesta terriblemente la soledad. Si no tuviera el futbol, tendría muchas horas para pensar y amargarme”, remarcó a Diario Jornada.

Jaime, quien supo vestir los colores de Huracán de Comodoro, continuó revelando que “a esta edad vamos quemando las últimas etapas, tengo 61 años, se hace difícil. Una va construyendo una vida pensando que hace todo bien y resulta que se da cuenta que no fue así”.

“Como le dijo Falcioni a Maradona hace pocos años después de un partido, el fútbol da vida. Gracias al futbol tengo un motivo diario por el cual levantar, caer en pozos depresivos es relativamente fácil. No es mi caso, lo mío es tristeza. El fútbol me dio casi todo y quitó casi todo. No vi a crecer a todos mis hijos de la misma forma, por esta afuera jugando, por estar en Comodoro no ví el crecimiento de Lucas y Gianfranco. Mi señora Sonia se encargaba de ellos”, afirmó.

“Siento culpa. Nuestra profesión es egoísta, somos muy egoístas con nuestras familias. Hacíamos y hacemos lo que nos gustaba y gusta como jugadores y técnicos pero la familia queda de lado en los viajes. Una esposa o novia pasa días sin estar con vos, te perdés muchas cosas que cuando llegas a esta edad te de das cuenta. Estar acá sentado solo en un quincho en una chacra cuesta bastante”, explicó.

“Quizás en el camino iría haciendo otras cosas para no estar sentado solo como lo estoy ahora, para no vivir en un lugar donde las noches son largas y los fines de semana de fútbol son larguísimos. Por todo esto, la final que perdimos con Germinal fue una de las que menos me dolió. Y eso que mi hijo erró el penal decisivo. Pero jamás pensé en mi vida que iba a dirigir a mí hijo en una final. Fui a abrazarlo y a consolarlo. La vida está en esas cosas, va más allá de un título ganado o perdido. Compartir una final con mi hijo fue algo único. Y a veces a esas cosas no les damos valor”, finalizó.