El delantero brindó detalles de cómo vive la suspensión por dos años a la que fue sancionado y pidió que lo dejen retirarse en un campo de juego.

La noticia sacudió al mundo del fútbol argentino a finales de octubre del año pasado. Antes del reinicio de la actividad después de la pandemia, Santiago Silva fue suspendido por el Tribunal Antidopaje luego de dar positivo de testosterona en un control antidoping en abril de 2019, en un partido entre Gimnasia La Plata -equipo en el cual jugaba en esa época- y Newell’s por la Copa de la Superliga.

De esta manera, ya como futbolista de Argentinos Juniors, el atacante uruguayo no pudo volver a jugar en el nuevo formato de la Liga Profesional de Fútbol y todavía está a la espera de la resolución de su caso. En las últimas horas, Silva habló sobre cómo atraviesa la suspensión. “Como me ves en la cancha, peleándola. No me dejo caer. Tengo una familia que me apoya y tengo una carrera que me avala. Me toca vivir este momento no positivo, pero todo lo intento pasar todo para el otro lado”, dijo el ex Boca en diálogo con el programa F90 que se emite por ESPN.

“Gracias a Dios yo tengo dos hijas, pero estaba buscando uno más. Tengo amigos cercanos que la están padeciendo, pero bueno. Acá estamos”, agregó el delantero de 40 años.

Silva tiene una extensa trayectoria en el fútbol argentino. Después de su experiencia en Uruguay, Italia y Brasil, el primer club donde recaló el punta fue Newell ‘s en 2005. Luego de su paso por el conjunto rosarino, vistió las camisetas de GimnasiaBanfieldVélezLanúsArsenalTalleres de Córdoba y el Xeneize, donde celebró el título de la Copa Argentina en 2012.

Además de confirmar que recibió el apoyo de sus muchos de sus colegas, el uruguayo explicó que se reunió hace algunas semanas con el presidente de la Asociación del Fútbol Argentino, Claudio Tapia, en su camino de intentar revertir la sanción y poder volver a la competencia profesional.

“Son momentos malos. A todos nos tocó vivirlos. Aprendí a lo largo de mi carrera que a los momentos malos hay que pasarlos por arriba. Esto es una injusticia. Me toca vivirla, pero la voy a eludir”, concluyó.