Jorge Villalba llegó a una casa en Puerto Madryn a entregar comida a diez minutos del final del partido entre Argentina y Brasil. El dueño de casa lo invitó a ver el desenlace junto a sus amigos y el video fue uno de los más compartidos en las redes sociales.

A bordo de su moto Yamaha FZ L roja y negra, que hacía juego con la misma variedad de colores de su campera y su casco, se había pasado casi toda la noche por las calles de Puerto Madryn haciendo entregas para el servicio de mensajería en el que trabaja desde hace tres años y medio. Hubo mayoría de retiros y entregas de comidas y helados y algún que otro delivery de paquetes.

Como si fuera poco, cerca de las 21.20, cuando Di María emprendió la corrida por las espaldas de Renan Lodi y concretó el gol más trascendental de su carrera, Jorge estaba parado delante de una distribuidora de ropa para entregar luego un regalo a una casa particular.

“Ese fue el momento más duro de la noche”, le reveló Villalba a Infobae en una charla telefónica. “La distribuidora está ubicada en la calle 25 de Mayo, pleno centro de Madryn. Así que mientras esperaba que me dieran el paquete empecé a escuchar los gritos de gol que bajaban de los balcones. Me di cuenta de que había sido un gol de Argentina y me quería matar porque no lo podía ver. Tenía que concentrarme en pagar el regalo y llevarlo a una casa particular.”

Jorge todavía no lo sabía, pero poco más de una hora después iba a conocer a Genaro Donati y a su banda de amigos veinteañeros. Todos juntos compartirían un momento de alegría y desborde de emociones que no olvidarían por el resto de sus vidas.

Villalba tiene 50 años, cinco hijos, cuatro nietos y desde finales de 2017 trabaja como motoquero del servicio RG Cadetería en una de las principales ciudades de Chubut. Hincha de Boca, se considera un fanático de los “partidos clásicos”.

“Este partido no me lo quería perder, era un Argentina-Brasil y sabía lo que nos jugábamos. Pero también sabía que por mi trabajo era muy difícil que pudiera ver algo del partido. Con este tipo de trabajo me he perdido casamientos, el nacimiento de mi nieta Aixa Azul y hasta el Día del Padre”, contó.

“Al menos puedo celebrar que tengo trabajo y que con lo que voy ganando puedo ir separando algo de plata para poder terminar de pagarme la moto que estoy usando”.

La selección albiceleste pasaba sus peores minutos en el estadio Maracaná y justo Jorge Villalba ingresaba a la pizzería “La Tercera Docena” para retirar un pedido para una casa ubicada apenas a seis cuadras, en la calle Love Parry, en el Barrio Sur de Madryn. “Esos fueron los primeros minutos que pude ver del partido y vi que la estábamos pasando mal. Entraba y salía de la pizzería por los nervios. No sabía si le estaba dando mala suerte al equipo”.