Argentina ratificó su buen momento ante Italia y se consagró campeón de la Finalissima de Wembley. Messi jugó un gran partido, al igual que Lautaro Martínez y Angel Di María, los autores de dos goles.

Ante un estadio repleto, el equipo de Scaloni supo imponerse a su rival, que tuvo algunas ocasiones en ataque pero no generó peligro en el arco de Dibu Martínez.

La selección argentina tuvo minutos de un nivel superlativo y en el segundo tiempo mostró su mejor versión controlando el partido en absolutamente todo el desarrollo del juego.