A los 23 minutos de la segunda mitad, el técnico decidió sacar a Nicolás Fernández Mercau: mandó a Alexis Sabella a la cancha. Los plateistas explotaron por el cambio. El entrenador discutió fuertemente con los fanáticos, explicando que el juvenil pidió salir por una molestia física.

Encima, las tribunas del Nuevo Gasómetro vovieron a cantar contra la dirigencia. "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", fue el grito, además de insultos contra las máximas autoridades de la institución.

Apenas terminó el encuentro, también se escuchó una curiosa sirena: hubo un simulacro de evacuación (el club había avisado), mientras los fanáticos cantaban enojados por la crisis que vive San Lorenzo.