Deportivo Sarmiento le ganó en los penales a Prospero Palazzo y se quedó en la A. El arquerito "Pipo" Garrofé fue decisivo en los doce pasos y contuvo dos penales. “Es una alegría enorme, lo merecíamos por todo el trabajo hecho durante el año”, le dijo a Pasta de Campeón. Conocé la historia del 1 que por estos días es el héroe de todo un pueblo.

Pipo Garrofé admite que estaba nervioso, que recién cuando atajó el primer penal sintió algo de alivio. En una entrevista que mantuvo este mediodía con Pasta de Campeón, el uno de Deportivo Sarmiento contó fue la semana previa al partido decisivo de este domingo frente a Palazzo, donde “el Depo” se impuso en penales y mantuvo la categoría.

El arquerito de tan solo 18 años se fue preparando día tras día para quedarse con la gloria en el Estadio Municipal. Durante toda la semana a "Pipo" le dieron palabras de aliento y lo prepararon para el partido decisivo. La posibilidad de los penales estaba latente y sería una prueba de fuego para el uno.

El viernes en el entrenamiento del "Depo" los jugadores practicaron penales y tiros libres, pero "Pipo" no pegó una. Sus compañeros le dijeron que no se preocupe, que el domingo la iba a romper y lo hizo.

Piro cuenta que en el primer penal que atajó vio que Gabriel Padilla miró para el lado derecho. En el segundo, mucho más tranquilo, esperó un poco más y se tiró cuando vio las intenciones de Cesar Larroude.

“Estaba nervioso, me tranquilice cuando me hablaron mis compañeros y cuando ataje el primero sentí alivio”, le dijo a Pasta de Campeón. “Hasta el último partido con Huracán había un clima raro, no te daban muchas ganas de entrenar, pero después de ese partido cambiamos la cabeza, pudimos pasar estas tres semanas bien y se unió más el grupo. Entonces es una alegría enorme. Lo merecíamos por todo el trabajo hecho durante el año”, indicó.

UNA HERENCIA FAMILIAR

El arquero tiene solo 18 años y en 2020 iniciará su último año de secundaria en el Comercial 739. Desde chico está ligado a Deportivo Sarmiento. “Empecé en la escuelita a los 7 u 8 años. En ese entonces Jugaba, hasta prenovena jugué y después me tire atajar”, contó.

Su relación con el arco tiene un mandato familiar. Su hermano fue arquero del Depo y su tío ataja en la Liga de barrios.

El año pasado "Pipo" tuvo su debut oficial en Primera, frente a Ameghino. El partido terminó 1 a 0 para el equipo comodorense. Sin embargo, el cuerpo técnico vio con buenos ojos su actuación y a la siguiente semana lo hizo debutar en el Torneo Regional frente a USMA. “Estaba nervioso, pero tuve una que salir a acortar una pelota afuera y la supe arreglar”, recuerda sobre ese juego.

Este año una expulsión de Fabián Loncopan le permitió comenzar atajando de titular. Luego vino el retiro del uno y el respaldo del cuerpo técnico. “La verdad me siento bien, tuve algunos errores, pero fueron del partido y los deje pasar. Por suerte me sentí muy bien”.

Consultado por cuál fue su partido más importante, "Pipo" no duda: “el de ayer, por todo lo que significaba. Y respecto a lo que viene, también tiene claro cuál debe ser el objetivo. “Tenemos que pelear el campeonato, la Primera A y en lo personal terminar la escuela”, cierra entre risas, sabiendo que este domingo le dio una alegría a todo un pueblo.