El volante comodorense que se formó en la CAI y vistió la camiseta de San Lorenzo brindó una entrevista a Infobae en la que contó por qué dejó el fútbol y la lucha que llevó a cabo por la tenencia de sus hijos.

Alexis Cabrera es uno de los jugadores comodorenses que pudo realizar un gran camino en el mundo del fútbol. Se pudo consagrar campeón con San Lorenzo en dos oportunidades, vistió la camiseta de la Selección Argentina y también pudo jugar en Olimpo y Talleres de Córdoba, entre otros equipos.

Este jueves, el portal Infobae publicó una entrevista que le realizaron al exCAI en la que comentó las razones de su alejamiento del fútbol y la lucha que llevó a cabo por sus hijos.

Después de San Lorenzo (02-04), Cabrera pasó por Villa Mitre y Olimpo de Bahía Blanca y estaba en Talleres de Córdoba, en 2010, cuando sufrió el primer gran golpe. "Cuando mi hija tenía meses, un día llego a mi casa, y mi mujer se la había llevado, no estaban más. Me dijo que si quería volver a verla, tenía que dejar todo. No pensé en nada, me volví atrás de mi hija, renuncié a todo; tenía un contrato vigente con Talleres. Arreglé con Huracán de Comodoro por seis meses para jugar el Federal B. Volvimos a estar en pareja y nació mi hijo Santiago", detalla el primer capítulo.

Pero la relación no sólo no prosperó, sino que la situación empeoró. "Me salió la oportunidad de jugar en Deportivo Maipú de Mendoza, en el Federal A. Pero la mamá no me quiso acompañar, tenía que dejar a mis hijos. Nos separamos, y fue muy doloroso, porque no me permitían verlos. Así estuve seis años", describe su calvario.

Luego, Cabrera volvió a la ciudad y comenzó su etapa en el petróleo, donde trabajaba de 8 a 19 horas y luego se iba a entrenar: "estuve en Ferro de Comodoro un tiempito más, llegamos al Federal C. Y 2015 fue el último año.  Terminaba destrozado. No quise saber más nada. Estuve seis años luchando para ver a mis hijos, con regímenes de visita que no se cumplían. En un año los veía 15 días con toda la furia, a pesar de que estábamos cerca. Fue una batalla judicial para poder estar con ellos. Y llegó a buen puerto. El título de padre es el que mejor me sienta", se cuelga la medalla de la que se siente más orgulloso.

"Hace un año logré la tenencia de Geraldine y Santiago". Su familia se amplió: hoy convive con Gisela, su pareja, y sus hijos, Martina (13) y Pablo (11) a los que cuida como propios. Y le agradece a "Silvia García Vilte, mi abogada, que me representó y me ayudó a volver a reunirme con los chicos".

De Santiago, incluso, es su entrenador. "Me pregunta por las medallas. Y dice que también va a jugar al fútbol y quiere ganar esas medallas, si lo puedo ayudar. Mi hija me pregunta sin son de oro", se divierte con su nuevo panorama. "Hoy cada vez que voy a un entrenamiento lo disfruto, lo mismo cuando salgo a pasear con mis hijos; lo disfruto como si fuera la última vez, atesoro cada momento como único", revela la enseñanza que le dejó el martirio.

La conmovedora lucha de Alexis Cabrera por sus hijos