La historia de Luciano Barrientos, el talento comodorense que busca llegar a la Primera División de Gimnasia de La Plata
Luciano Barrientos es uno de esos jóvenes que llevan el fútbol en la sangre y en el corazón. Criado en los potreros de Comodoro Rivadavia, hoy brilla como enganche titular en la Cuarta División de Gimnasia y Esgrima La Plata, soñando con dar el salto definitivo al profesionalismo.
Desde su llegada al "Lobo" en 2022, Luciano fue atravesando los desafíos propios de quienes dejan su hogar para perseguir un sueño. “El primer año me costó mucho, iba al banco y jugaba poco. En 2023 ya jugué todo el año de titular, pude hacer goles y me mostré mucho. El año pasado en pretemporada me lesioné el tobillo y me costó volver, pero este año arranqué muy bien y estoy jugando muy bien”, comienza relatando a Pasta de Campeón.
Luciano se mueve en el mediocampo, como interno por derecha o enganche, su posición preferida. Y su objetivo está claro: “Ahora pienso en jugar en Cuarta, poder debutar en Reserva y, obviamente, lo que todo chico sueña, llegar a Primera División”.
El camino no ha sido fácil, y él lo sabe mejor que nadie. “Hay que ser muy fuerte de cabeza porque hay veces que pensás en dejar todo, extrañás a la gente, te perdés cumpleaños. Pero este año estoy contento, estoy jugando mucho y el año que viene tendría que firmar, así que vamos por ese objetivo”.
Una vida junto al fútbol y una amistad de toda la vida
Luciano comparte algo más que fútbol con Ian Subiabre, otro de los talentos comodorenses que brilla en el país. “Lo conozco desde los tres años. Empezamos jugando juntos en el Globito y lo conozco de toda la vida. Vivimos en el mismo barrio, siempre fue mi dupla: yo le hacía los pases y él se encargaba del resto. Debutamos en CAI el mismo día. Él jugó de titular, yo entré en el segundo tiempo, y ganamos con gol de él. Lo quiero mucho”, recuerda.
“El sueño mío es llegar a Primera y devolverle a mi familia todo lo que hicieron por mí”
Ambos compartieron canchas, sueños y hasta pasillos en la pensión de la CAI. La conexión entre ellos se hizo evidente, incluso en un amistoso ante la Selección Argentina, donde Ian fue figura con dos goles y Luciano también tuvo participación.
Gimnasia se interesó en él después de uno de esos partidos. “A las dos semanas le avisan a la gente de la CAI que teníamos que viajar a Buenos Aires. Fuimos con Nemi y Santino Tula (otros dos comodorenses) entrenamos una semana, volvimos y después nos avisaron que teníamos que regresar”.
No fue fácil decidirse a dejar todo atrás, pero la vocación pesó más: “Costó tomar la decisión, pero es lo que buscaba y el sueño que uno desea: llegar a ser profesional y jugar al fútbol”.
Sueños y raíces
Luciano lleva al futsal en su historia. “Mi familia siempre jugó al futsal, mis tíos y primos. A ellos les gusta mucho. Yo arranqué jugando ahí, siempre los iba a ver”.
Hoy, su sueño está bien claro: debutar en la Primera de Gimnasia y devolverle a su familia todo el esfuerzo que hicieron por él. “El sueño mío es llegar a Primera y devolverles todo lo que hicieron por mí”.
Mientras tanto, sigue caminando firme, acompañado de amigos como Nemias González y Lautaro Millanes, con quienes comparte cada paso en La Plata. “Andamos juntos para todos lados, eso hizo que sea todo más fácil. Hasta el día de hoy seguimos los tres juntos”.
Luciano Barrientos es uno de esos nombres que Comodoro empieza a mirar con ilusión. Porque cuando el talento se combina con esfuerzo, constancia y amor por lo que se hace, los sueños están cada vez más cerca de cumplirse.