Dentro de todo este contexto, apareció el consulado argentino en Brasil para defender a Leonardo Ponzo, y por más que el gesto se vea claro y sea algo casi indefendible, el insólito argumento que tomaron los funcionarios de nuestro país en Sao Paulo fue de afirmar que el hincha de Boca puesto bajo la lupa no hizo la gesticulación de un mono, sino que Ponzo simplemente se estaba rascando.

El medio Folha do Sao Paulo dio a conocer esta información, además de confirmar que el caso sigue estando bajo investigación y que la acción de Ponzo entra bajo la carátula de insulto racial, por lo que podrían llegar a caerle tres años de prisión por más que ya haya sido liberado de donde quedó detenido en el entretiempo del Corinthians-Boca.